Pedro Sánchez está convencido de que podrá llegar a un acuerdo de Gobierno antes de que acabe este mes y ser investido la primera semana de marzo. El candidato socialista quiere “liderar la propuesta del cambio”. Por eso, ha explicado, ni siquiera le ha planteado al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que le apoye en un encuentro frío y de apenas media hora que han mantenido en el Congreso de los Diputados.
En mitad de las negociaciones que comenzaron hace 10 días, Sánchez ha descartado al PP pero no deja fuera ni a Podemos, ni a Ciudadanos. “He dejado las puertas abiertas para las fuerzas del cambio” para que “el Gobierno refleje la pluralidad del Parlamento”, ha sentenciado.
Además, el secretario general del PSOE ha dado más datos sobre la composición de su posible Ejecutivo y ha dicho que quiere «incorporar independientes de prestigio”.
“Campaña del miedo”
El líder socialista, ligeramente molesto, ha pedido a Rajoy que acabe “la campaña del miedo que han iniciado algunos ministros” ante un posible acuerdo de Gobierno con Podemos. “Que no se traslade la idea de que sin el PP van a venir muchos problemas”, ha indicado Sánchez, en referencia a las declaraciones como las del titular de Interior, Jorge Fernández, que alertaba del peligro terrorista para España si había un gobierno de PSOE y Podemos.
Quizá por todo esto sea difícil comprender que el secretario general del PSOE haya insistido en calificar de “útil” un encuentro sin acuerdos, que comenzaba con esa melodía cuando Rajoy no ha correspondido el saludo de Sánchez. El líder socialista le ha quitado importancia al gesto pero ha suscitado críticas del PSOE, que lo calificaba en Twitter de “mala educación”.
Sin acuerdo para el “Brexit”
Los líderes de PP y PSOE no han llegado a ningún acuerdo porque las posiciones poco se han movido desde las primeras conversaciones tras el 20D: Rajoy llevaba bajo el brazo su propuesta de Gobierno “a tres” con Ciudadanos y Sánchez, su negativa a pactar con el PP.
Es más, ni siquiera han alcanzado una postura común para llevar a la Comisión Europea respecto a la salida de Reino Unido de la UE, conocido como “Brexit”. Tanto el PSOE como Podemos habían solicitado que fuera Rajoy y ante el Pleno del Congreso quien explicara la posición española pero será el ministro de Exteriores quien comparezca el día 17 de febrero en la Comisión de Exteriores.
“Asuntos de estado”
Sánchez ha repetido en varias ocasiones que tiende la mano a Rajoy para llegar a acuerdos en los llamados “asuntos de Estado”: lucha contra el terrorismo, la defensa de la unidad de España y una posible reforma constitucional, para los que “el PSOE siempre ha tenido una actitud leal y constructiva” y Sánchez pide ahora correspondencia.
Y con la que le está cayendo, Sánchez no ha dicho nada ni a Rajoy ni a los periodistas sobre la corrupción que acecha al PP. “Es un partido muy importante en nuestro sistema, se tiene que limpiar y regenerar y eso solo puede pasar si pasa a la oposición”, ha sentenciado, sin dar opción ninguna a que pueda adherirse a algún pacto anticorrupción como plantea Ciudadanos.
La tibieza de Sánchez contrasta con las declaraciones de su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, que este jueves, tras la reunión con Ciudadanos, aseguraba que «el señor Rajoy nos toma por tontos hablando de lucha contra la corrupción».