jueves, noviembre 28, 2024
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La infanta y Urdangarin cargaron gastos de sus escoltas a Aizoon

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El excontable del Instituto Nóos Marco Antonio Tejeiro, quien continúa declarando como acusado en el juicio del caso Nóos, ha señalado que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin cargaron a la mercantil de la que ambos son propietarios, Aizoon, facturas de sus escoltas, entre otros gastos.

El inculpado ha detallado, a preguntas de la abogada del sindicato Manos Limpias, Virginia López Negrete, que los propios escoltas, como si fueran «mensajeros», le llevaban sobres con los gastos para que estos pudieran ser facturados a través de Aizoon, una de las sociedades ‘tapadera’ que integraban el entramado urdido por Urdangarin y su exsocio Diego Torres para apoderarse de los fondos de las Administraciones públicas con las que contrataban.

«Parecía que los escoltas adelantaban los gastos para su posterior pago a través de Aizoon», ha relatado Tejeiro, quien ha señalado que también se encargaba de esto la secretaria de Urdangarin, Julita Cuquerella, a quien posteriormente «yo le daba el dinero».

 No obstante, ha precisado que había gastos que «no tenían sentido y no los daba por buenos», como algunos relativos a ropa y peluquería. Según ha apuntado, Aizoon contaba con dos visas, una a nombre de Urdangarin y otra, de la Infanta, a quien previamente, a preguntas del fiscal Pedro Horrach, ha desvinculado de las actividades llevadas a cabo por el Instituto Nóos.

En un extenso informe incorporado a la causa, la Agencia Tributaria (AEAT) elevó a un total de 262.120 euros los fondos que los exduques destinaron a adquisiciones personales de 2004 a 2010 a través de Aizoon, así como 698.824 a la reforma del palacete que poseen en el barrio barcelonés de Pedralbes.

El dictamen precisa que durante esos seis ejercicios se destinaron ingentes cantidades a compras particulares: 6.462 euros en 2004; 433.372 en 2005 -de los que 414.419 euros se destinaron a la reforma del palacete-; 33.747 en 2006; 48.326 en 2007; 62.977 en 2008; 79.840 en 2009 y 34.097 euros en 2010.

Dentro de su pormenorizado análisis, la AEAT reserva un apartado a las operaciones llevadas a cabo con las tarjetas bancarias vinculadas a Aizoon, cargos cuyo importe asciende a un total de 109.299 euros. En esta línea, detalla los conceptos que motivaron cargos en la tarjeta titularidad de Aizoon y la Infanta, entre los que se encuentran 627 euros abonados en ropa infantil en Bonpoint, 845,3 en ocio infantil en el Centro Europeo de Barcelona, y 352 en L’Escarabat Negre por servicios de hostelería.

En cuanto a las operaciones relativas a la tarjeta titularidad de Urdangarin, éstas se engloban bajo conceptos como ‘gastos de peajes y carburante’ -1.265 euros-, ‘billetes de líneas aéreas y ferrocarril’ -58.365 euros-, ‘restaurantes y alimentación’ -13.816 euros-, ‘hoteles’ -10.271 euros- y ‘otros gastos’ como artículos de ropa, complementos de moda, entradas para espectáculos, libros, música, electrónica o floristería -8.312 euros-.

El matrimonio llegó a adquirir a la empresa Rosa Cerveto Marta Mas S.L., a través de Aizoon, una estantería de 5.895 euros, un sillón giratorio por 1.552, una mesa de alumnio por 2.665, una alfombra ‘little flowers’ por 3.450, un ‘pouf’ de cuero por 968, diez sillas ‘masai’ de piel por un total de 9.550, dos sofás por 10.143, un mueble-bar por 6.298 y dos cortinas de estilo japonés por 5.580, entre otros numerosos artículos.

Por su parte, Marc Viader, arquitecto que reformó parte del palacete de Pedralbes, admitió ante agentes de la Policía Nacional haber facturado por estas obras 20.000 euros a través de Aizoon por orden de Urdangarin, concretamente en el año 2005, a pesar de que la factura se correspondía a nivel privado con el encargo de rehabilitación, reforma y ampliación del domicilio particular que el matrimonio posee en la calle Elisenda de Pinós de Barcelona.

Clases de ‘coatching’ por 6.672 euros, de salsa y merengue por 707, celebraciones de cumpleaños y eventos infantiles por más de 800 euros, así como comidas y cenas en lujosos restaurantes se añaden a la lista de gastos en que incurrieron los Duques con cargo a las cuentas de Aizoon, mientras ésta se nutría de los fondos que las Administraciones balear y valenciana pagaron al Instituto Nóos y cuya mayor parte fue a parar a los bolsillos de Urdangarin y Torres.

Asimismo, en el auto por el que la Audiencia Provincial de Baleares dejó abierta la vía para que la Infanta fuese imputada por fraude fiscal, señaló que Aizoon no era más que una pantalla y se constituyó con una finalidad defraudatoria.

Es más, el tribunal apuntaba que la mujer de Urdangarin «debería saber o conocer que Aizoon era una sociedad pantalla y que su marido la utilizaba para defraudar a Hacienda», tanto en lo que al impuesto de sociedades se refiere como respecto al IRPF, y que «se ha enriquecido con contratos ilegales y dinero público por facturas giradas por Aizoon a Nóos».

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