No se ha emitido todavía y Trabajo temporal, el programa que prepara TVE, ya ha dado pie a la polémica. A la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) no le ha gustado nada el trato preferencial que se le ha dado a Carlos Baute, uno de los famosos que van a intentar mostrar en este espacio cómo son otras profesiones, a base de vivirlas desde dentro.
Para esta asociación, la Dirección General de la Guardia Civil ha puesto todos los medios para que Carlos Baute se luzca en varias unidades, cuando no se ponen soluciones a todos los problemas que afectan al cuerpo.
El cantante, para meterse en la piel de un agente, ha pasado una semana en varios de los departamentos, desde los Tedax al escuadrón de Caballería, pasando por la Agrupación de Tráfico y hasta los GRS.
Lo peor sin embargo para la AUGC ha sido que esta semana, y para rodar una secuencia en la que Baute participaba en un control, se obligara a los agentes de la Agrupación de Tráfico a salir en moto cuando la temperatura casi rondaba los cero grados, lo que, según Paco Cecilia, el secretario regional de AUGC Madrid, es algo prohibido porque “no se permite circular a los agentes con las motos y se pone en riesgo a los guardias”.
Tampoco entiende, como refleja El Mundo, que se hayan puesto a disposición del programa todos los medios personales y materiales de que no disponen muchas unidades. «Para un programa, en cambio, no se ponen reparos con tal de montar circos y una parafernalia que no se corresponde con la realidad.”
Imagen «ficticia»
Para él, “quieren vender una imagen ficticia e irreal de la Guardia Civil de cara al ciudadano. Ponen todos los medios para la televisión cuando a nosotros, como asociación profesional, se nos niegan recursos de autoprotección o se nos imponen turnos”.
Hay que recordar que, tal y como se ha anunciado ya, que en Trabajo temporal, además de Baute, han participado Santiago Segura, ejerciendo de albañil, Àngel Llàcer en una vaquería, Fernando Romay en un centro de belleza, Los del Río en el servicio de limpieza, El Cordobés en un restaurante, Mario Vaquerizo como bombero o Alaska en una tienda de bricolaje.
Todos ellos se enfrentarán a una jornada laboral con las mismas funciones que cualquier empleado, el mismo horario, las órdenes del jefe, sin ningún trato de favor y con la misma remuneración por su día de trabajo. Con posterioridad, contarán su experiencia y valorarán su labor.