«Que cada uno haga una reflexión y vea si aporta algo. Hay vida fuera después de la política». Así de contundente se ha mostrado el portavoz del Partido Popular, Pablo Casado, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional, que se ha celebrado este lunes en Génova. De esta manera, Casado ha indicado el camino a todos los salpicados por la corrupción en su partido, incluida la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que este lunes ha vuelto a ver, después de la explosión de la 'operación Taula', cómo uno de sus colaboradores más estrechos, Alfonso Grau, el que fuera vicealcalde de Valencia, ha sido arrestado por un supuesto delito de cohecho.
De esta manera, Casado, que ha asegurado estar «hasta las narices» de los casos de corrupción que afectan a su partido, ha insistido en que si la trayectoria de Rita Barberá es «intachable» -tal y como ella misma aseguró en el único comunicado oficial que ha hecho público a este respecto- debería de dar todas las explicaciones que fueran oportunas.
«Lo mejor para que no haya sospechas es explicar las cosas», ha insistido el vicesecretario del PP, que ha rechazado de plano las amenazas en su formación. «Aquí no hay ninguna amenaza que se pueda hacer. A lo mejor tendría que enviar yo mensajes diciendo a la gente que saliera a explicar lo suyo», ha añadido Casado respecto a los mensajes que Barberá envió a los miembros del PP valenciano advirtiéndoles de que tuvieran «cuidado» con lo que decían.
Sobre Grau, al que ha asegurado no conocer personalmente y sobre el que ya ha informado que está fuera del PP «desde enero», ha sido aún más contundente: «Si este señor ha hecho algo mal, que pague por ello y cuanto antes».
Casado ha vuelto a insistir en que la corrupción afecta a las «personas y no a los partidos». «Me siento perjudicado por gente que no conocíamos», ha llegado a decir Casado, cuya función en estos momentos es «salvaguardar el nombre de este honorable partido». «La lucha contra la corrupción requiere ejemplaridad. Lo que se está haciendo en Valencia es positivo. Entiendo la indignación de la gente, pero nosotros somos los principales indignados. Que acabe esta pesadilla, que nos está perjudicando a algunos que no tenemos nada que ver», ha zanjado el 'popular'.
Investigación a Camps
Aunque el sobresalto de Grau no ha sido el único de la jornada. La investigación sobre Francisco Camps y su supuesto papel como recaudador de dinero negro no hace nada más que engordar esta infinita lista. El Comité Ejecutivo que Rajoy había convocado era para comunicar a su equipo el «no» a Pedro Sánchez en la sesión de investidura de la próxima semana, pero de nuevo la sombra de la corrupción ha sido más alargada que cualquier otra cuestión.
Rajoy, que ha sido el único en intervenir junto a su secretaria general, María Dolores de Cospedal, y la presidenta de la Gestora del PP de Madrid, Cristina Cifuentes, se ha limitado a insistir en que los 'populares' serán contundentes ante los casos de corrupción que se están conociendo, pero ha advertido a los suyos de que no pueden actuar movidos por la «histeria» en este asunto. Según Rajoy, sus adversarios están utilizando los casos de corrupción que afectan al Partido Popular para «deslegitimarlos» en medio de las negociaciones para formar gobierno.
En este sentido, el líder del PP ha apelado a la serenidad y ha indicado que el partido va a actuar con ejemplaridad y ser contundente ante todo aquel que haya actuado de forma ilícita. No obstante, ni Rajoy, ningún otro miembro del PP ha tomado la palabra ni para mencionar la detención de Grau, ni tampoco para analizar la situación de Rita Barberá, que sigue desaparecida. El pasado 13 de enero fue el último día que se la vio por el Senado; y este lunes ni siquiera ha acudido a la sede nacional.