La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a penas que oscilan entre seis y ocho meses de prisión a 14 de los ultras que asaltaron en 2013, coincidiendo con la celebración de la Diada, el centro cultural de Blanquerna de Madrid, perteneciente a la Generalitat de Cataluña.
La sección 30 de la Audiencia, en su sentencia, les considera culpables de delitos de desórdenes públicos y daños, absolviendo a uno de ellos de todos los delitos que estaba imputado. A los condenados se les aplica el atenuante de reparación del daño.
Se absuelve también a los acusados de delitos de atentado y coacciones, así como de la imputación de ultraje a la bandera de una comunidad autónoma, impedimento del legítimo ejercicio de libertad de reunión y de lesiones leves.
La sentencia expone que todos los acusados indemnizarán conjunta y solidariamente a la Generalitat de Cataluña con 1.372,14 euros y al exdelegado de la Generalitat en Madrid Josep María Bosch en la cantidad de 94,2 euros. Contra el fallo cabe recurso ante el Tribunal Supremo.
La Fiscalía pedía penas de cuatro años de prisión para cada uno de los asaltantes que golpearon al entonces diputado nacional por CiU Josep Sánchez i Llibre y al exdelegado de la Generalitat en Madrid. Para el resto, reclamaba dos años de prisión por desórdenes públicos, daños y coacciones.
La Audiencia Provincial considera que no concurre el agravante de ejecución de los hechos por motivos ideológicos y en el caso de la acusación de atentado, el fallo entiende que no está acreditado que conocieran «la condición de autoridad» del exdiputado nacional y del exdelegado de la Generalitat en Madrid.
Por otro lado, absuelve al acusado Alberto A. G. al considerar que acudió a la cita como «mero espectador» porque había ido a secundar la concentración que se hizo a las afueras del centro previo a la irrupción en Blanquerna y no se le puede considerar miembro del grupo.
El grupo de ultras irrumpió en septiembre de 2013 en la sala donde se desarrollaba el acto de celebración de la Diada portando banderas españolas y gritando consignas como 'Cataluña es España'. Miembros de este grupo causaron desperfectos en la puerta y cristal del local e increparon a Josep María Bosch.