Rita Barberá rompe su silencio 23 días después de que estallara la 'Operación Taula'. Y lo hace para defenderse: «No dimito, ni me lo planteo. Todo es falso». Así de contundente se ha mostrado la exalcaldesa de Valencia en una comparecencia sorpresa que ha convocado este jueves en la sede del PP de Valencia. «No he hecho ningún delito o ilícito. Sí he sufrido mucha condena mediática», ha advertido Barberá, no sin antes diferenciar su caso del de Esperanza Aguirre: «Ella ha dimitido como presidenta del PP de Madrid, de un cargo orgánico pero no institucional. Yo no tengo un cargo orgánico del que dimitir». Su dimisión como senadora sólo se producirá cuando haya una sentencia, si es que ésta llega a producirse. «Si dimitiera ahora estaría admitiendo algo que no he hecho», ha zanjado la 'popular',
Esta es la primera comparecencia que ofrece la senadora del PP un mes después de la redada contra la corrupción en el PP valenciano, y después de que la oposición y muchos miembros del Partido Popular, tanto desde Valencia como de Madrid, le reclamaran explicaciones. En todo este tiempo únicamente ha concedido una entrevista en la Cadena Cope y ha emitido un comunicado público en el que ya defendió su inocencia. Pero aún así ha dejado claro que no se trata de una cesión a las presiones recibidas. «No soy una persona dócil», ha llegado a admitir la 'popular'. Pero sí ha arremetido con fuerza contra sus rivales políticos, contra la «izquierda radical y antisistema», a la que no ha querido dedicar «ni un segundo de su tiempo», y contra Ciudadanos, formación sobre la que ha puesto en duda su financiación.
A sus compañeros de formación, que también le han reclamado explicaciones, les ha pedido «sosiego y templanza». «El sosiego en un gobernante es fundamental para acometer las grandes crisis», ha advertido Barberá. El mensaje ha ido dirigido principalmente a los vicesecretarios generales del PP que en las últimas semanas han mostrado su hartazgo por los últimos casos conocidos. «Estoy hasta las narices. Hay vida fuera de la política», indicó este lunes el portavoz nacional del PP, Pablo Casado, en clara referencia a la situación de la exalcaldesa de Valencia. Barberá ha apelado a la «juventud» del portavoz, incluso ha admitido entender estas reacciones por el «trato que estamos recibiendo», pero le ha pedido paciencia porque «hay un foco brutal sobre el PP y nos hemos convertido en el elemento a batir».
«No soy una persona corrupta»
En este sentido, la 'popular' ha defendido su inocencia y ha apelado a su honradez: «no soy una persona corrupta, ni desde el punto de vista político, ni moral». «No he contribuido, ni ordenado, ni conocido ningún blanqueo ni en el PP, ni en ningún otro ámbito», ha insistido Barberá, que también ha asegurado no tener conocimiento de «ninguna caja B». «Son acusaciones infundadas, maliciosas y profundamente falsas», ha rematado Barberá, quien sí ha reconocido donativos al partido. «Sí que he dado 60,10 euros al mes y aportaciones extraordinarias como los 1.000 euros para la campaña electoral, que no me fueron devueltos», ha zanjado la 'popular'.
Barberá ha asegurado que no dimitirá porque no sabe de qué se le acusa. «El sumario es secreto», ha insistido la 'popular' en varias ocasiones. «Nunca se ha amañado ningún contrato o adjudicación en el Ayuntamiento en los 24 años en los que fui su alcaldesa; nunca he ordenado, pedido o insinuado la menor mordida a ningún contrato», ha explicado. Es más, Barberá ha agregado que «cada vez que entraba un concejal nuevo» en el equipo de gobierno, ella les decía: «No firméis nada si antes no lleva la firma del técnico correspondiente. Esa frase es mía reiterada por activa y por pasiva», ha dicho.
Esta comparecencia se ha producido la misma semana que el titular del Juzgado de Instrucción Número 18 de Valencia (el encargado de las investigaciones por el presunto blanqueo en el grupo municipal 'popular') haya iniciado el procedimiento para su investigación. El Supremo ha confirmado la condición de aforada de Rita Barberá y ahora deberá pedir un suplicatorio al Senado para que Barberá pueda ser investigada. Este paso aún no se ha producido, tal y como ha aclarado la 'popular', que sí se ha mostrado dispuesta a colaborar con la justicia. En caso de que se pida el suplicatorio a la Cámara Alta estará en manos de los senadores 'populares' (con mayoría absoluta) aceptar esta petición o no. Por el momento, la intención de la «mayoría» de los miembros del Grupo 'popular es permitir que Baberá se siente ante el juez.