Los musulmanes de España han promovido un comunicado conjunto de las cuatro religiones que tienen acuerdos firmados con el Estado español –católicos, musulmanes, judíos y evangélicos– para que «no se repitan cada dos por tres» ofensas a los sentimientos religiosos como la que les produjo la versión sexual del Padrenuestro recitada por Dolors Miquel en los Premios Ciudad de Barcelona.
«Los musulmanes no aceptamos el daño que se haga a ninguna confesión», ha subrayado el presidente de la Comisión Islámica de España (CIE), Riay Tatary, para explicar cómo surgió la idea de publicar este comunicado conjunto ante estas ofensas que, según apunta, se han convertido casi en una «práctica» contra todas las confesiones.
Tatary cuenta que un día se encontró con fieles de la Iglesia católica que le transmitieron que estaban «muy dolidos» por el poema, algo que también comentó con el secretario ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), Mariano Blázquez. Tatary consideraba que este «daño» no se podía «callar» y tomó la iniciativa para redactar una declaración conjunta.
«Que esto no se repita cada dos por tres, porque causa heridas y estragos en la convivencia», apunta el presidente de la CIE. Además, recuerda que, si bien en este caso la ofensa se produjo contra los cristianos, «mañana puede ser contra los musulmanes o los judíos». Precisamente, Tatary ha recordado los dibujos de Charlie Hebdo o las caricaturas de Mahoma publicadas en Dinamarca.
En cuanto al argumento de la «libertad de expresión» para justificar estas actuaciones, las religiones coinciden en que respetan y defienden este derecho a expresarse con libertad pero precisan que todas las libertades tienen «sus límites». «Cuando haces daño a los demás, esto no es libertad de expresión», subraya.
El secretario ejecutivo de la FEREDE, Mariano Blázquez, ha puesto en valor este comunicado conjunto que es «fruto de las relaciones entre las diferentes confesiones» y el hecho de que la iniciativa la tomara la comunidad musulmana a pesar de que el ataque no fuera contra ellos. «Igual que no les gusta que se hable mal del Islam, tampoco que se parodie ofensivamente una oración cristiana fundamental que afecta a cualquier cristiano», ha enfatizado.
Según precisa, la libertad de expresión es «muy saludable» pero es «más saludable» aún «que no se ofenda gratuitamente los sentimientos religiosos de la gente».
Por parte de la Iglesia católica, la Conferencia Episcopal Española decidió que fuera el secretario general y portavoz de la CEE, José María Gil Tamayo, quien suscribiera el comunicado conjunto. Gil Tamayo ha insistido en que «la libertad de expresión no ampara la transgresión de derechos fundamentales» y ha invitado a creyentes y no creyentes a un «respeto recíproco».
Por su parte, el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Isaac Querub, ha explicado que se sumaron a esta iniciativa de los musulmanes porque les pareció «acertada y constructiva». «Siempre hemos creído en el derecho de la persona a creer, un derecho reconocido a nivel internacional y en la Constitución Española», recuerda.
Además, pone como ejemplo su propio caso –estudió en un colegio laico y realizó sus estudios universitarios en una Universidad de los Jesuitas– para reivindicar la importancia de respetar a todos, tanto creyentes como no creyentes frente a la actitud de aquellos que «se creen con el derecho de poner en tela de juicio, criticar e incluso agredir a aquellos que creen». También advierte de que suprimir a Dios de la sociedad puede acabar en regímenes como el de Hitler o el de Stalin.
Precisamente, la comunidad judía ha puesto recientemente en conocimiento de la Fiscalía General del Estado la ofensa que representan para los judíos las viñetas publicadas el pasado 10 de febrero en la revista 'El Jueves'. En una de ellas se representa a un rabino con una Torá en las manos que comenta: 'Aquí está la considerada primera Constitución de Israel, guardada con celo en el Museo de Israel: una Torá forrada con la piel de mis santos cojones'. En otra, aparece el dibujo de un soldado israelí de pie orinando sobre un palestino mientras afirma: '¡Tu no lo entiendes palestino!¡Mis abuelos estuvieron en un campo de concentración!'
«Hemos remitido un escrito a la Fiscalía General del Estado y que ellos decidan. Creemos que el número de ese día de esa revista atentaba precisamente contra el respeto que se debe a una religión como la judía y agrede a la convivencia», ha indicado Querub.
Las confesiones mayoritarias en España ya se han unido en ocasiones anteriores para manifestar su disconformidad con alguna ley o para condenar determinados actos. Así, en 2005 suscribieron una declaración conjunta que fue distribuida por la Conferencia Episcopal para pedir al Parlamento que no acometiese la reforma del Código Civil para denominar matrimonio a la unión entre personas del mismo sexo.
Asimismo, los líderes de las religiones con acuerdos con el Estado español unieron y alzaron sus voces contra los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en cuatro trenes de Cercanías en Madrid que produjeron la muerte de 191 personas.
El comunicado que han enviado ahora quiere ser una «denuncia pública» de las «ofensas gratuitas» de las que son objeto los creyentes de las diferentes religiones en España, haciendo referencia explícita a la versión sexual del Padrenuestro recitada la semana pasada por la poetisa Dolors Miquel durante los Premios Ciudad de Barcelona.
«La entrega de premios Ciudad de Barcelona de este año, con una pretendida finalidad poética, ofreció a los asistentes una recitación que, más allá de la provocación y el mal gusto, incurre en ofensas gratuitas a los sentimientos religiosos de diversas comunidades de creyentes de nuestro país. Este es un triste episodio más, que se une a otros también ofensivos para los creyentes, y que reclaman nuestra denuncia pública», declaran.
Las cuatro confesiones recuerdan que en España, los sentimientos religiosos gozan de protección, a la par que se garantiza la libertad de expresión «con el límite constitucional del respeto a los demás derechos y libertades, como es la libertad religiosa». También aseguran su trabajo por una «convivencia armoniosa y productiva».