La Audiencia Nacional ha absuelto por falta de pruebas al etarra Álvaro Juan Arri Pascual del atentado que la banda terrorista perpetró el 19 de junio de 1995 contra el edificio de la FNAC situado en la Plaza de Callao de Madrid, en el que falleció el policía municipal Jesús Rebollo.
La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal ha exculpado a Arri, conocido con los alias 'Carlos' y 'Munipa', de los delitos de asesinato terrorista, otros 23 en grado de tentativa por las lesiones ocasionadas a los afectados que se encontraban en el lugar del atentado y uno de estragos terroristas, por los cuales la Fiscalía solicitaba una pena de 593 años de cárcel.
La sentencia expone que los indicios revelan su «vinculación» con la organización terrorista como miembro de ETA y, a tenor de las sentencias dictadas contra él, su participación en diversos atentados cometidos por el 'comando Madrid' en esa época. Sin embargo, «con los elementos barajados, no se alcanza la convicción» que permita considerarle responsable de la acción de la FNAC.
El acusado dijo que estaba en México
Durante el juicio, el acusado aseguró que se encontraba en México en el momento del atentado y que su función dentro de la organización se limitaba a efectuar labores de correo, sin conocer el contenido de los paquetes que transportaba.
En el domicilio de Arri Pascual, fueron localizados varios archivos informáticos, entre ellos varios con las explicaciones y la autocrítica del comando sobre varias 'ekintzas', entre las que se encontraba el atentado contra el que fuera presidente del Partido Popular (PP) José María Aznar con un coche bomba el 19 de abril de 1995 y otra acción que calificaba de «la más breve» cometida el 19 de junio de 1995.
Los magistrados afirman que la coartada de que simplemente era un enlace de la banda «se corresponde mal» con los elementos incautados en su poder y el hecho de que accediera a un 'piso de seguridad', «infranqueable para quien no es de ETA». Además, califican de «innegable» la importancia de las huellas dactilares del acusado que se hallaron en un manual de instrucciones y una bolsa con material informático de la banda.
Sin embargo, «encontrarse en poder del acusado un archivo informático al que se traslada la información relativa a diversas acciones del 'comando Madrid', no le ubica inequívocamente en la autoría que se le atribuye del atentado del 19 de junio de 1995».
Coche bomba con 60 kg de amonal
Los magistrados Ángela Murillo, Teresa Palacios y Juan Francisco Martel consideran probado que ETA planeó colocar un coche bomba cargado con 60 kilos de amonal y cinco kilos de explosivo de alta potencia en el centro de Madrid para atentar contra los «intereses económicos» de la capital y, «especialmente contra los intereses franceses».
Para ello, los terroristas robaron un vehículo, de marca Opel Omega, cambiaron las placas de matrícula y colocaron el coche bomba frente al edificio de Galerías Preciados. El vehículo hizo explosión a las 7.15 horas mientras agentes de policía, entre ellos el fallecido, procedían a acordonar la zona tras recibir un aviso de ETA.
Un total de 23 personas, entre ellos ocho agentes, resultaron heridas. El atentado, que causó daños materiales superiores a los 645.000 euros, fue reivindicado por la organización terrorista en el diario Egin el 2 de julio de 1995.
Arri Pascual fue detenido el 23 de noviembre de 1995 en la localidad francesa de Loyat tras participar en el intento de robo de un polvorín y cumplió condena en Francia por asociación de malhechores.