130 votos a favor, 219 votos en contra y 1 abstención. Pedro Sánchez, que salía como una exhalación del Hemiciclo al terminar la sesión, ha contado con los votos de su partido y de Ciudadanos, según marcaba el guion. Pero la importancia de esta votación -salvo que el viernes haya sorpresa mayúscula y el líder del PSOE sea investido por mayoría simple- reside en que con ella se da el pistoletazo de salida a dos meses más de negociaciones, ahora definitivas, para evitar una nueva convocatoria electoral. El reloj se ha puesto en marcha.
Sin embargo, no hay prisa a corto plazo. Todos los partidos dan por hecho que no habrá cambios de aquí al viernes, cuando se producirá la segunda votación de investidura en la que el candidato solo necesitará mayoría simple. Así, todas las formaciones prevén que se mantendrán las posiciones encontradas en el debate público (y el juego al despiste en las conversaciones de pasillo) y se emplazan al próximo lunes para volver a sentarse.
El PSOE sigue buscando a Podemos
En el PSOE dicen estar convencidos de que conseguirán el voto favorable de Podemos en el último momento. Pese a la intervención bronca de Iglesias, que fuentes socialistas tildan de “error estratégico”, el PSOE está convencido de que Podemos terminará cediendo y dará su “sí” a Pedro Sánchez antes de que se cumplan los dos meses.
Esas mismas fuentes argumentan que a Podemos no le interesa ir a una nuevas elecciones y por eso terminarán consiguiendo su voto. Pero desde la formación morada, no se bajan de su “no” con estas condiciones. “Bajo ningún concepto”, insistía un diputado de Podemos, que agregaba que Pedro Sánchez ha mentido sobre las medidas recogidas en el pacto, más cercanas al Partido Popular.
Aun con todo, Pablo Iglesias ofrecía negociar a Sánchez a partir del lunes, una vez se haya certificado su investidura fallida, y siempre que abandone sus posiciones «de derechas».
Carrera por la derecha
Con las mismas previsiones para todos, la carrera de fondo para conseguir apoyos también discurre por la derecha. Fuentes de Ciudadanos aseguran que buscarán el apoyo del Partido Popular a partir de este lunes, una vez se haya consumado y digerido el primer rechazo a Sánchez.
Pero desde el PSOE, descartan que ese apoyo, más aún tras el discurso “agónico” y que sonaba a “epitafio” de Mariano Rajoy, a quien ven fuera de juego comido por la corrupción de su partido. También el presidente en funciones negaba que ese apoyo se vaya a producir, mientras atacaba con ironía a Sánchez.
Debate sin fuerza con los minoritarios
La efervescente sesión de investidura, que arrancaba por la mañana con un discurso de Rajoy que hay quien ha tildado de soberbio y hasta faltón con los diputados socialistas, se apagaba por la tarde. El presidente en funciones usaba la ironía para criticar la investidura de Sánchez, que identificaba con una “farsa” y tildaba de “irreal”.
También ha sido duro con el candidato socialista el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que ha acusado a Sánchez de “capitular ante las oligarquías” y ha criticado casi una por una las medidas económicas del pacto con Rivera con su habitual crudeza. Pero la parte más sonada de la intervención de Iglesias no tenía que ver con las propuestas de PSOE y Ciudadanos. El algarabío ha estallado en las filas socialistas cuando Iglesias ha aludido a “la cal viva” y a Felipe González.
El único remanso de paz que ha encontrado el candidato del PSOE ha sido la intervención de Albert Rivera, con quien se ha intercambiado elogios en las réplicas y contrarréplicas. El líder de Ciudadanos ha aprovechado para pedir el apoyo de los 'populares' a la vez que atacaba a Mariano Rajoy. El presidente en funciones “no puede encabezar la nueva etapa”, decía Rivera, a la vez que pedía una regeneración en el PP.
Un “gobierno de izquierdas”
El debate ha ido perdiendo tono según ha transcurrido el día, tanto que más de la mitad de la bancada popular se ha ausentado durante prácticamente toda la tarde. El propio presidente del Gobierno en funciones aparecía en el Hemiciclo a las 16.10 de la tarde, cuando la sesión se había reanudado a las 15.00 horas.
Las conversaciones no disimuladas en mitad del pleno y las constantes salidas y entradas del Hemiciclo de los ‘populares’ no ocultaban el escaso interés de las propuestas de los partidos con menos representación, que han pedido uno a uno a Pedro Sánchez un “gobierno de izquierdas”.
Hasta Democràcia y Llibertat le ha solicitado al candidato a la Presidencia del Gobierno un pacto de izquierdas ante la sorpresa de Sánchez, que preguntaba a Francesc Homs si se había convertido en el portavoz de la izquierda en el Congreso de los Diputados.
En las réplicas del candidato a la Presidencia del Gobierno, Sánchez ha defendido su pacto con Ciudadanos una y otra vez porque “un gobierno de izquierdas, no suma”.