El aspirante a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se han acusado hoy en un tenso debate de ser el «tapón» para la regeneración y la renovación en España y también se han echado en cara ser un «fraude» para los ciudadanos y de caer en «insultos y descalificaciones».
El 'rifi-rafe' posterior a las intervenciones de ambos ha durado unos cuarenta minutos centrados en su mayor parte del tiempo en las descalificaciones que se han lanzado el uno al otro. El colofón lo pusieron al final, cuando Pedro Sánchez acusó a Rajoy de estar convirtiéndose en el «tapón» de la regeneración democrática y la renovación en España, eso sí lo dijo «desde el máximo» de sus «respetos» a los 122 diputados del Grupo Popular.
En respuesta, Rajoy le espetó que además de «tapones» está «el perro del hortelano» en clara referencia a Pedro Sánchez, de quien, dijo que no deja formar gobierno a quien ha ganado las elecciones y es incapaz de construir una alternativa que pueda gobernar. «Si yo con 1,7 millones más de votos tengo que hacer lo que me ha pedido aquí, ¿qué tiene que hacer usted con 1,7 millones menos y el peor resultado de la historia del PSOE?. Es usted el tapón», sentenció.
Bloqueo del reloj
Pedro Sánchez había comenzado su intervención de réplica diciendo que se reafirmaba en su planteamiento de cambiar el Gobierno en «el fondo y la forma» para «desterrar» el «insulto y la descalificación». Pero tras esta declaración de intenciones, pasó a acusar a Mariano Rajoy de haber realizado una política de «imposición y soberbia» y le echó en cara que hubiera renunciado a la «responsabilidad» de presentarse a la investidura. «Le dijo 'no' al Jefe del Estado» y «bloqueó el reloj de la democracia», espetó a Rajoy a quien acusó también de «faltar el respeto» a los españoles y «en particular a sus 7 millones de votantes».
El aspirante a la Moncloa abundó en esta afirmación al asegurar que Mariano Rajoy «no fracasó» en su intento de formar gobierno, sino que «renunció». «Ese es su mayor fracaso, su renuncia», exclamó al tiempo que añadía que quien debía estar en la tribuna defendiendo la investidura es el presidente en funciones.
Sin embargo, según Sánchez, el popular se «escabulló» el pasado 22 de enero con el argumento de que el PSOE ya había pactado con Pablo Iglesias el Gobierno que le había impuesto con una «vicepresidencia plenipotenciaria». «Aquellos que usó como excusa, pueden ser la única tabla de salvación para que usted siga siendo presidente del Gobierno», advirtió el candidato socialista, quien se ganó una larga ovación de los diputados de su grupo parlamentario.
«Hacer un Rajoy»
En ese momento, según Pedro Sánchez, sólo tenía dos opciones «hacer un Rajoy» y rechazar el mandato del Rey o «dar un paso al frente» y eso hizo por lo que pidió al dirigente popular que no critique a quien ha puesto en marcha el reloj de la democracia para «salir del callejón sin salida» en el que, dijo, Rajoy había metido al país. «Y luego me llama usted a mí frívolo», exclamó.
Sánchez admitió que su pacto con Ciudadanos es una «enmienda a la totalidad» de las políticas del PP y dejó claro que «sí sirve» porque plantea una salida al «atasco político» en que el actual presidente ha metido a España. Por ello, se reafirmó en su postura de derogar la reforma laboral, ampliar el calendario del déficit –que el PP, dijo, no ha cumplido ni un sólo año–, de recuperar derechos y libertades derogando preceptos de la «Ley Mordaza» y también los plazos de prescripción de la Ley Mordaza, que favorecen, dijo a los casos de corrupción del PP.
Sobre esta última, aseguró que la esencia de su planteamiento es «sacar a la política de la crónica de sucesos» en la que considera que la ha metido el PP.
«Lo que ha hecho es una impostura»
En su turno, Rajoy contraatacó diciéndole que el PP no ha engañado ni al Rey, ni a la gente, ni al Parlamento, si no que el que ha llevado a esta situación de bloqueo había sido Pedro Sánchez por presentarse ante la Cámara sin los apoyos necesarios para salir elegido y formar gobierno. «Lo que ha hecho es una impostura, un fraude, un fracaso», apostilló.
El presidente en funciones calificó de «señor cambio» a Pedro Sánchez, al que preguntó por qué, si los españoles querían un cambio, no habían votado al dirigente socialista.
El gran fraude de esta investidura: Sánchez no ha querido ni hablar
En opinión de Rajoy, el «gran fraude» de la investidura de hoy es que Pedro Sánchez «no ha querido ni hablar», ha «impedido» que la fuerza más votada pudiera gobernar y después «no ha hecho ni el más mínimo esfuerzo» por conseguir los apoyos para formar gobierno. Por lo tanto, dijo, es el «responsable de esa situación».
El presidente en funciones también cuestionó el programa que Sánchez ha llevado a la investidura porque no sabe si es el firmado con Ciudadanos, o el que ha propuesto a Podemos, a sus confluencias, a Compromís o a Izquierda Unida. «¿Qué pretende que votemos, un programa que no se va a aplicar nunca?», espetó.
Mariano Rajoy también dejó claro que a él nadie le va a dar lecciones en materia de empleo y recordó que Pedro Sánchez apoyó un gobierno con el que se destruyeron millones de puestos de trabajo, mientras que ahora se están creando.
También reprochó la actuación del anterior gobernador del Banco de España y criticó a Sánchez que proponga dos reformas de la Constitución y le recriminó que los ciudadanos tendrían que votar en primero un referéndum, luego en unas elecciones y luego en otro referéndum. «¿Es usted consciente de lo que está proponiendo?», preguntó.
En que consiste la reforma federal
Además, pidió explicaciones al aspirante socialista sobre la reforma federal y sobre su postura con Cataluña, al tiempo que le reprochaba que lo único que les ha oído es que no quieren un referéndum independentista, que es lo que lleva años diciendo él mismo, según dijo.
Y sobre la supresión de las diputaciones, Rajoy dijo que no le quedaba claro si se suprimían o no y apuntó haber oído a Antonio Hernando que sólo se cambiarían de nombre. Algo sobre lo que dijo que se podrían poner de acuerdo pero criticó que se quiera reformar la Carga Magna sólo para un cambio de nombre.
«No se puede venir a una investidura cambiando de programa, las cosas no se hacen así», exclamó Rajoy antes de dejar claro que votarán que «no» a la investidura de Sánchez por entender que lo que ha llevado a la Cámara es «un fraude».
Insultos y descalificaciones
El tono entre Rajoy y Sánchez subió con las intervenciones finales cuando se acusaron mutuamente de ser el tapón y se recriminaron haber hecho uso de los insultos y las descalificaciones.
Rajoy le recordó a Sánchez que ayer había dicho que había que se debía terminar con la etapa de los «insultos y las descalificaciones». «le ha durado medio día», exclamó el presidente en funciones para apuntar que para que eso acabe, lo que tiene que hacer el aspirante a la Moncloa es «dejar de insultar y descalificar y así no volveremos a tener ese problema».
Sánchez le respondió que no iba a entrar en el «y tu más», pero insistió en que quien ha faltado el respeto a los españoles ha sido Rajoy porque tendría que estar en la tribuna defendiendo su investidura. «No critique a quienes hemos puesto en marcha el reloj de la democracia e intentado el cambio político que es el mandato de los españoles», concluyó.