Abu-Al-Nour-Al-Andalusí, de 35 años y nacionalidad española, murió a principios de esta semana en una operación de las Fuerzas Armadas francesas en el norte de Mali. Al-Andalusí, melillense, era jefe sobre el terreno de un elemento de fusileros, pertenecientes a una brigada de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).
Moreno, guapo, con prominente barba, gorra y uniforme de camuflaje árido, Abu-Al-Nour protagonizó una secuencia de un vídeo publicitario de Al Qaeda el pasado mes de septiembre. En él, sonriente, enviaba “un mensaje a nuestros hermanos en España, especialmente en Melilla, que se muevan y que vayan a cualquier lugar que haya Yihad. Nosotros necesitamos a nuestros hermanos musulmanes. Que vengan a combatir que cojan sus armas y que se dejen de la compañía de sus mujeres y sus hijos. Nuestros hermanos en el Yihad nos necesitan”. Al-Nour acababa de masacrar un convoy humanitario con soldados de la ONU, cerca de Tombuctú, que era su zona de operaciones.
En Tombuctú, a unos 180 kilómetros al norte de esta ciudad, ha sido donde las fuerzas especiales del Ejército francés han matado a Al-Nour, tras un duro enfrentamiento. Junto a él también murió otro yihadista de su partida, Marwan Al Masri, de nacionalidad egipcia.
La muerte de este yihadista español fue confirmada por Salvador Burguet, jefe de operaciones de inteligencia de la empresa española AICS. Esta empresa fue la que localizó el vídeo con Al-Nour lanzando su mensaje proselitista para la Yihad, imágenes que pusieron a disposición de las fuerzas de seguridad e inteligencia españolas. AICS es una compañía de inteligencia, entre cuyas habilidades está la predicción de atentados terroristas, tras el análisis de fuentes en el terreno y en las redes sociales.
Abu-Al-Nour, cuyo sobrenombre era Al-Andalusí, pertenecía a la brigada Al Quds, de la organización terrorista AQMI, que es la que opera en Mali y esta zona sahariana. En esta brigada se encuadra en el llamado Batallón Al Fuqam, uno de los que protagonizan las acciones terroristas de AQMI. Desde 2013 Francia –con apoyo de, entre otros países, España– combate a los yihadistas en esta zona extrema de Malí. La intervención francesa tuvo lugar después de que AQMI no sólo desafiara y superara al ejército maliense, sino que además controlaba amplias zonas territoriales, en las que había impuesto la severa ley islámica.
Los combates en esta zona norteafricana son muy virulentos, en un territorio desértico y en el que las fronteras entre Mauritania, Argelia y el propio Malí son más que permeables. AQMI ha logrado atentar violentamente en los últimos meses incluso en Bamako, la capital de Malí. En un raid contra un hotel mataron a 20 personas.
En Melilla, la ciudad de Abu-Al-Nour, se desarticuló en noviembre una importante red de captación y envío de yihadistas a las zonas calientes de lucha en el norte de África y Oriente medio. La dirigía el melillense Mustafá Maya, nacido en Bruselas de padres españoles. El epicentro de esta red estaba en el barrio de La Cañada, de Melilla.