La portavoz del Govern, Neus Munté, ha anunciado este martes que el Consell Executiu ha aprobado solicitar la adhesión de la Generalitat al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) de 2016 y pedirá 7.520 millones de euros.
En rueda de prensa posterior al Consell Executiu, ha explicado que 639 millones se dedicarán a atender el objetivo de déficit fijado por el Estado (0,3% del PIB), y el resto –6.881 millones– servirá para cumplir con el vencimiento de valores emitidos, préstamos nacionales y préstamos internacionales.
De estos 6.881 millones, otra parte también se dedicará a la devolución de las liquidaciones negativas del modelo de financiación acordado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y la financiación de préstamos asociados a mecanismos de liquidez activados por el Estado desde 2012 como el FLA y el fondo de pagos a proveedores.
La Generalitat ha recordado que, a finales del mes de febrero, el Ministerio de Hacienda ya comunicó a la Conselleria de Economía el importe del FLA asignado a Catalunya para el primer trimestre de 2016 –2.041,8 millones de euros– y ahora el Govern está pendiente que se pronuncie sobre el resto de trimestres.
La adhesión de la Generalitat al FLA se abordará en el encuentro de este martes por la tarde entre el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, que además le reclamará anticipos de 2014 que se calcularon «a la baja».
Junqueras planteará a De Guindos un pago mensual para recibir paulatinamente la liquidación positiva de estos anticipos, y no la fórmula de recibir el montante total en el mes de diciembre de este año: «Las necesidades del Govern desde el punto de vista de la tesorería son muy grandes».
Munté ha esgrimido que el cálculo a la baja de los anticipos que abonó el Gobierno central a la Generalitat en 2014 y que ahora Junqueras reclama forma parte de uno de los mecanismo por los cuales hay una «asfixia» financiera del Estado a la Generalitat.
Junqueras y Guindos se verán en el Aeropuerto de Barcelona y para el Govern este emplazamiento no demuestra frialdad entre ambos ejecutivos: «Cualquier lugar es bueno para que se produzca un encuentro o una conversación. No tiene más importancia».
Munté ha enmarcado este encuentro dentro de la «normal» relación de los dos gobiernos, y ha defendido que la Generalitat mantiene contactos para abordar cuestiones del día a día pese a que el Ejecutivo estatal esté en funciones.