Miles de personas han recorrido este martes, Día Internacional de la Mujer, el madrileño paseo del Prado llamados por el movimiento feminista de Madrid para reclamar la igualdad de derechos y el fin de las violencias machistas, tiñendo de nuevo el centro de la capital de Banderas moradas, como ya ocurrió en la multitudinaria manifestación que tuvo lugar el pasado 7 de noviembre.
«Entonces salimos a la calle para gritar que ya basta de matanzas machistas, que no podemos con más asesinatos, de una forma específica. Hoy recalcamos que esa violencia es consecuencia de la desigualdad y que además, la produce», explica en declaraciones a Europa Press la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres de Madrid, Elena de León.
Tras una pancarta que decía «Dignas, diversas, insumisas, juntas, por nuestros derechos. Contra las violencias machistas, empoderamiento feminista» la columna ha partido de Atocha a las 19.00 horas y ha culminado el recorrido en la Plaza de Cibeles pasadas las 20.35 horas, con la lectura de un manifiesto en un escenario instalado a los pies del Palacio de Correos.
«Somos diversas, todas, al margen de nuestras fronteras, de nuestra orientación sexual, de nuestra condición socio económica. Feministas diversas, juntas, unidas», ha dicho León en el escenario, tras proclamar que la manifestación ha sido «todo un éxito».
Entre los asistentes, mujeres pero también muchos hombres que como Rubén, un joven de 32 años, acudía en compañía de un amigo para apoyar al movimiento feminista frente a «una sociedad profundamente desigual» y para visibilizar que «no están solas».
«Manifestamos nuestra repulsa contra todas las violencias machistas, las que se ven y las que no se ven. Denunciamos la insuficiente reacción de los poderes públicos así como la falta de sensibilización de la sociedad», dice el manifiesto leído por las convocantes.
En la misma línea, han reclamado que «de una vez por todas» se coordinen las actuaciones y protocolos de todas las administraciones del Estado, las comunidades autónomas, los ayuntamientos y las organizaciones sociales para erradicar definitivamente la violencia sobre las mujeres.
Esta era una de las grandes reivindicaciones de los asistentes, que gritaban proclamas como «no es un caso aislado, es el patriarcado», «nos queremos vivas», «no son locos, son asesinos» o «no somos princesas, somos guerreras». «La lucha será feminista o no será» ha sido otro de los lemas más coreados, junto al ya clásico «lo llaman democracia y no lo es».
Partidos asistentes
La convocatoria ha sido respaldada por organizaciones y colectivos sociales, sindicatos y partidos políticos que han tenido representantes entre los asistentes, como el PSOE, cuyo secretario general, Pedro Sánchez, ha reivindicado un gobierno socialista para tener una «legislatura de la igualdad».
Podemos ha contado en la marcha con parte de su dirección, el secretario general, Pablo Iglesias; el portavoz parlamentario, Íñigo Errejón; la responsable de Igualdad en el Consejo Estatal, Clara Serra; y la diputada y numero 3 del partido Carolina Bescansa, que ha acudido con su bebé.
De parte del PP, el vicesecretario sectorial, Javier Maroto, ha reclamado a todos los partidos que mantengan la unidad frente a la violencia de género como si fuera «un pacto de Estado».
Ciudadanos ha estado representado en la marcha por su vicesecretario general, José Manuel Villegas y el secretario de s grupo en el Congreso Miguel Ángel Gutiérrez, quienes han incidido en que «aún queda mucho por hacer». «Estamos por la igualdad y esa es la propuesta que tenemos sobre la mesa», ha afirmado el primero.
Precisamente ambos han protagonizado una de las anécdotas de la jornada porque mientras hacían declaraciones a la prensa han sido increpados por un grupo de manifestantes al grito de «machirulos» y «oportunistas».
La manifestación, que se ha desarrollado sin incidentes y en un ambiente festivo animado por batucadas, ha culminado sobre las nueve de la noche con un concierto de la Solfónica bajo la fachada del Ayuntamiento de Madrid que al igual que la Cibeles, han sido iluminadas de morado, el color de la lucha feminista.