La Campaña por el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs NO) ha denunciado este lunes que varias personas con diferentes patologías han permanecido recluidas en el recinto de Zapadores de Valencia y algunas de ellas han sido después expulsadas a sus países de origen «pese a que informes médicos lo desaconsejaban por ser perjudicial para su estado de salud».
Según ha señalado la entidad en un comunicado, ha constatado que tres hombres con graves problemas de salud mental han permanecido internados durante semanas -posteriormente dos de ellos fueron además deportados- y que a otros dos que sufrían fuertes dolores por problemas bucodentales se les negó «durante días» la adecuada medicación y la visita a personal médico especialista. De ellos, uno de ellos fue expulsado recientemente a su país de origen.
En la primera denuncia, se ha puesto en conocimiento del juez que B.N. –con seguimiento médico por estar enfermo de hepatitis B y C y en tratamiento con metadona por su adicción a la heroína–, estuvo recluido durante más de un mes en Zapadores «pese a que un informe de la ONG Médicos del Mundo asegura que el internamiento o la deportación a su país de origen implicarían una repercusión claramente desfavorable sobre su pronóstico vital».
En el escrito, se detalla también que otro de los internos, M.D., con antecedentes psicóticos, por lo que recibió tratamiento en el Doctor Peset de Valencia, permaneció encerrado en Zapadores «durante semanas» a pesar de otro informe de Médicos del Mundo en el que se explica que el internamiento «puede tener consecuencias desfavorables sobre su salud». CIEs NO asegura haber tenido conocimiento de que fue expulsado a su país de origen días después de hacer llegar el documento al juzgado.
Por último, en el escrito se hace referencia a M. E. B., otro interno que presenta trastorno bipolar –por lo que ha estado ingresado en varios hospitales desde el año 2000, según consta en su historial medico–, y que ha sido deportado recientemente tras semanas internado en Zapadores.
Por otra parte, los dos internos con problemas bucodentales han denunciado en el juzgado que han sufrido dolores «muy fuertes» y que tan solo se les suministraba pastillas para dormir, «desoyendo sus quejas y su petición de calmantes y de poder ser atendidos por un dentista», ha indicado la campaña. Además, ambos aseguran que cuando se quejaron recibieron insultos racistas por la Policía.
Según la organización, uno de estos internos fue deportado a su país de origen hace una semana «sin recibir medicación» y el otro permanece internado en Zapadores donde han comenzado a darle tratamiento «tras varias semanas sin que fuera atendida su petición».
CIEs NO exige que se proteja «cuanto antes» el derecho a la salud de todas las personas internas en el CIE de Zapadores, que se atiendan las necesidades «específicas» de «todas y cada una de ellas en cuanto a tratamientos médicos y que se ponga en libertad lo antes posible a las personas enfermas o que necesiten de medicación o atenciones especiales, paralizando las deportaciones a sus países de origen».
La organización reitera la petición de que «siguiendo las instancias de la ciudadanía valenciana, se cierre de forma permanente el CIE de Valencia, espacio que, con su mera existencia, vulnera los derechos fundamentales y en el que se han interpuesto más de treinta denuncias por palizas, maltrato y humillaciones».