Las fuerzas de seguridad holandesas han logrado detener a Javier García Verdugo Sánchez, más conocido como el pederasta de Valdemoro, en Ámsterdam el pasado 18 de marzo. García Verdugo se encontraba en busca y captura desde comienzos de mes cuando la Policía Nacional se personó en su domicilio para proceder a su arresto. En el momento de su detención, fueron incautados varios discos duros y un 'pendrive' que podrían contener imágenes y vídeos de menores.
El monitor de ciclismo, que se encontraba en prisión provisional, fue condenado a 72 años de cárcel por abusos sexuales a menores y otros delitos, pero fue absuelto porque la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid estimó que para la obtención de las pruebas e incautación del material se había vulnerado el derecho a la inviolabilidad del domicilio del monitor. Sin embargo, el Supremo ordenó repetir el juicio tras validar la entrada y registro en el domicilio del acusado. El impasse entre las dos sentencias fue aprovechado por el acusado para fugarse.
Tras las primeras investigaciones se apuntó a Japón como posible destino, pero finalmente ha sido en Ámsterdam donde han podido detener al pederasta. La operación ha contado con la colaboración de la Interpol que ha llevado el caso con máximo sigilo. A pesar de ser arrestado el pasado 18 de marzo, la notificación de su detención no llegó hasta el 29 de marzo. El juzgado correspondiente ya ha sido informado y se espera que en las próximas horas pase a disposición judicial.
El pederasta fue arrestado en octubre de 2012 en Valdemoro por abusar de chicos de entre ocho y 15 años acusado de grabar desnudos a los chavales con cámaras oculta. García Verdugo era monitor de un club ciclista llamado '100 Promesas' y del que era propietario. De hecho, todas sus víctimas eran alumnos suyos.
El reo fugado aprovechaba la confianza que los niños tenían en su profesor para grabarles subrepticiamente mientras se duchaban en su casa después de las clases. El pedófilo no se conformaba sólo con grabar imágenes o tomar algunas fotos, también ofrecía dinero a los chavales para que se masturbaran delante de su cámara o les invitaba a tener relaciones sexuales con él.
Durante los registros realizados en su domicilio en 2012, aparte de 11 discos duros con todo tipo de pornografía infantil y también material impreso del mismo estilo, los agentes descubrieron un diario en el que el pederasta relataba sus abusos desde el año 1995. En concreto, García Verdugo fue acusado por nueve delitos continuados de utilización de menores de 13 años para la elaboración de material pornográfico, dos delitos continuados contra la intimidad, tres delitos continuados de abuso sexual, cuatro delitos de exhibición de material pornográfico y un delito de posesión de material pornográfico.
El pederastas de Valdemoro no era la primera vez que era acusado por unos delitos similares. En 1994, Javier García-Verdugo ya había sido condenado por hechos semejantes, aunque en aquella ocasión la condena fue infinitamente más baja, sólo cuatro meses de arresto mayor y una multa.