El pasado mes de marzo, cuando ya habían pasado más de dos meses desde las elecciones generales del 20 de diciembre y fracasado la investidura del socialista Pedro Sánchez, creció la preocupación por los políticos en general y por la falta de Gobierno en particular y, además, llegó al 80% el porcentaje de españoles que descalificaba la coyuntura política.
Así lo pone de manifiesto el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al pasado mes de marzo, hecho público este miércoles, y que evidencia también que el paro sigue siendo el primer problema nacional, seguido de la corrupción, aunque ambos se apuntan bajadas respecto al mes anterior.
La encuesta se basa en un total de 2.467 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 256 municipios de 46 provincias entre los días 1 y 11 de marzo, es decir, el inicio del trabajo de campo coincidió con el Pleno en el que se rechazó, por dos veces, la designación de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
En este contexto, se produjo un incremento de la preocupación por la clase política en general, que repite en la cuarta plaza y que pasó del 22,2% de febrero a un 24,4%, y subió también ocho décimas la inquietud que generan el Ejecutivo y los partidos (hasta el 2,4%).
En el barómetro de febrero apareció por primera vez en la lista de problemas la falta de Gobierno, con menciones en el 1,4% de los cuestionarios, exactamente las mismas que la independencia de Cataluña. Un mes después la preocupación por la incapacidad de los partidos de sellar un pacto para nombrar un nuevo presidente del Gobierno ha crecido hasta el 3,4%, situándose como octavo problema nacional.
Y, en paralelo, también ha seguido incrementándose el porcentaje de consultados que juzgan como «mala» o «muy mala» la actual situación política. Si a quince días de las elecciones esa era la opinión del 70%, en febrero se elevó al 76,7% y en marzo alcanzó ya el 79,9%. Los que la definen como «buena» o «muy buena» se quedan en el 1,7%, el 46% considera que es peor que hace un año, el 21,6% cree que empeorará dentro de doce meses, mientras que el 17% confía en que mejore.
También se produce un nuevo repunte de los consultados que critican la coyuntura económica y que ya se reflejó en el barómetro de febrero cuando se rompió la tendencia de los últimos meses, en los que poco a poco iba mejorando la percepción de la situación de la economía.
En concreto, los que la califican como «mala» o «muy mala» han crecido 3,5 puntos en un mes y se sitúan en el 68,1%, su registro más alto desde julio, mientras que es «buena» o «muy buena» para el 2,6%, justo igual que hace un año y un punto menos que el mes anterior.
El empeoramiento de la percepción de la situación económica se evidencia también en otras preguntas del CIS, igual que ocurrió en febrero: El 28% cree que ahora está peor que hace un año y 19% augura que se agravará más dentro de doce meses, la peor cifra desde enero de 2015.
Por lo demás, el paro repite como primer problema nacional con un 77,1% (justo un punto menos que en febrero), seguido de la corrupción y el fraude, que se queda con un 44% al caer 3,5 puntos respecto al mes anterior, y en tercera plaza repiten los problemas económicos, que ganan medio punto, y aparecen en el 25,6% de los cuestionarios.
Tras la clase política (24,4%), el quinto puesto lo comparten la sanidad y los problemas sociales, que se anotan un 11,1%, y les sigue la educación con un 9,8%. A mayor distancia, la lista se completa con la inmigración (3,5%), la falta de Gobierno (3,1%), la inseguridad ciudadana (2,3%), la independencia de Cataluña (1,3%), el terrorismo internacional (1,1%), los nacionalismos (0,8%) o la Monarquía (0,2%).
La lista de problemas personales también tiene al desempleo en la cima (45,1%), seguido de los problemas económicos (24,2%), la corrupción (13,8%), la sanidad (12,3%) y la educación (10%).