Los grupos de la izquierda e independentistas en el Congreso han criticado al PSOE por limitarse a plantear en su proposición de ley la paralización del calendario de implantación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y no directamente su derogación.
Según han adelantado sus portavoces parlamentarios, la iniciativa saldrá previsiblemente adelante con el voto a favor de Podemos, Compromís, ERC, Democracia y Libertad, PNV, Izquierda Unida-Unidad Popular, y EH Bildu. En cambio, Ciudadanos y UPN han asegurado su abstención, mientras que PP y Foro de Asturias apuestan por votar en contra.
El impulsor de la proposición de ley, el socialista Rafael Simancas, ha insistido en que el objetivo de la misma es el primer paso «para la derogación efectiva» de la LOMCE y ha recordado que ésta se aprobó con el respaldo exclusivo del PP y con la mayoría de la comunidad educativa en contra. «Es una ley no dialogada, no acordada e impuesta por una mayoría coyuntural», ha añadido.
Simancas ha subrayado que los socialistas no quieren acabar con esta ley «porque es del PP», sino porque «no resuelve los problemas de la educación del presente y del futuro» y cuya implantación está provocando «incertidumbres, confusiones y dificultades prácticas», que perjudican a los profesores, alumnos y sus familias. «Es mala y barata», ha añadido.
Ha avisado de que si esto no se «remedia cuanto antes», en un mes se aplicará la 'reválida' de Primaria» con la que el Gobierno en funciones busca «premiar a los de los ricos y estigmatizar a los pobres» con los ránkings de centros. También ha criticado el carácter evaluable de Religión y ha afirmado que «calidad educativa no es examinar a los alumnos de 'padresnuestros' y 'avemarías'».
También ha dicho que la LOMCE es «mercantilista» porque prefiere formar «buenos empleados», permite que los alumnos no estudien y hace posible que «todos los 'franciscos granados' de este país adjudiquen suelo público para construir centros privados y para que los montadores de muebles de IKEA olviden sus maletines con cientos de miles de euros en los dormitorios de sus suegros».
Simancas ha reiterado la intención de los socialistas de derogar la normativa actual para sustituirla por otra que sea «fruto de un pacto social y político por la Educación», que si bien ha reconocido que es «difícil», también ha subrayado que es necesario para lograr una «ley para el Estado». «Pongámonos a ello», ha concluido.
«Exigimos la derogación completa, inmediata e inequívoca de la LOMCE», ha aseverado la portavoz adjunta de Educación de Podemos en el Congreso, Ione Belarra, que ha arrancado los aplausos de su grupo parlamentario. Sin embargo, ha reconocido que esta propuesta para iniciar los trámites de paralización de la ley es una «oportunidad» para detener las medidas «más controvertidas». Asimismo, ha apostado por una nueva ley que cuente con la participación de la comunidad educativa.
Por parte de Compromís, Marta Sorlí, cree que al PSOE le han faltado «agallas» al presentarla porque, a su juicio, la LOMCE debería ser directamente derogada al ser una ley «arcaica», «mercantilista» y «elitista», que ignora a la comunidad educativa y convierte la palabra 'educación' en «una mercancia».
Desde Unidad Popular (IU-UP), Sol Sánchez ve «indispensable» paralizar la LOMCE, si bien ha advertido al PSOE de su «primer incumplimiento» parlamentario al no plantear la derogarción «absoluta» de la norma. De hecho, espera que esta iniciativa no suponga «una deriva hacia tiempos pasados».
Por parte de Coalición Canaria, Ana Oramas, ha subrayado que la LOMCE nació sin el consenso del sector educativa, ni el de las comunidades autónomas, destacando que las evaluaciones externas es una de las medidas que «más» les preocupan porque, en su opinión, establecerán rankings entre centros escolares.
Onintza Enbeitia, de EH Bildu, cree que paralizar el calendario de implatación de la LOMCE, como propone el PSOE, no es suficiente. «No estamos hablando de la derogación y siendo honesta, el compromiso parlamentario, que se adquirió fue la derogación y se debería conseguir porque esta ley jamás garnatizará una ley con las mismas oportunidades para todas», ha advertido.
Por parte de Democracia y Libertad (DL), Antoni Postius, ha argumentado su voto a favor de tramitar la propuesta del PSOE, entre otros puntos, porque defiende que esta norma «invade competencias de Cataluña» en materia de educación y lengua propia y «transgrede» el régimen lingüístico establecido en el Estatut «con clara intencionalidad política».
Eso sí, el representante de la coalición que lidera Convergència (CDC) ha advertido de que esta iniciativa no les satisface del todo, de acuerdo con el acuerdo parlamentario de 2013 de derogar la ley, por lo que en el trámite de enmiendas ha avanzado que solicitará suprimir el mecanismo que permite que, si no se garantiza el criterio del ministerio sobre la oferta del castellano en Cataluña, sea ésta la que pague la factura de la escolarización en castellano de los menores en centros privados.
Mientras, desde ERC, Joan Baptista Olòriz, ha criticado también que el PSOE sólo proponga paralizar el calendario de la LOMCE y quiera mantener el «mal» que ya se ha hecho al sistema educativo con lo implantado hasta la fecha, cuando hay una mayoría para derogar directamente la ley, así como un compromiso parlamentario.
El diputado del PNV, Joseba Agirretxea, ha adelantado su apoyo a la toma en consideración para frenar el desarrollo de la LOMCE, cree que es una medida «urgente», a la vez que ha recordado su firme oposición a la normativa por que ésta «invade competencias» a Euskadi en materia educativa.
Isidro Martínez, de Foro de Asturias, ha justificado su voto en contra a la proposición de ley socialista en que ésta escenifica la «torpe exhibición de descalificaciones genéricas y retóricas» la iniciativa socialista porque, en su opinión, manifiesta «la irritabilidad del PSOE» al haberse derogada la LOE. «Hoy rechazamos este patético propósito de bloqueo socialista que tiene como grandes damnificados a los alumnos», ha subrayado.
Desde las filas del PP, su portavoz de Educación, Sandra Moneo, ha acusado a los socialistas de «someter a la educación a la confrontación», dejando atrás su promesa de pacto, que «parece desterrado». «No pueden dar lecciones ni de respeto democrático ni de búsqueda de soluciones», ha subrayado esta diputada, para añadir que el «único objetivo» del PSOE es «derogar la ley a la más mínima oportunidad».
Moneo ha subrayado la «irrespondabilidad» de los socialistas de plantear un cambio de ley sin alternativa y ha avisado de que si se quita la LOMCE queda un «vacío» que impide a la escuela funcionar. «¿Se sienten capaces de explicárselo a los padres, profesores y titulares de centros?», ha preguntado a los socialistas a los que ha culpado de comprometer con esta iniciativa los más de 600 millones de euros de la Unión Europea para el sistema educativo.
Desde Ciudadanos, Toni Roldán, ha justificado su abstención a esta iniciativa en que ésta se presentó antes de su acuerdo de gobierno con los socialistas, además de que propone volver a la LOE socialista, cuando lo pactado es una nueva ley que resuelva los actuales problemas de la educación.
El diputado de UPN Carlos Salvador ha justificado su abstención en la admisión a trámite de la proposición de ley socialista porque, como ya hicieran en la aprobación de la LOMCE, considera que la iniciativa «no aborda los temas importantes de la educación» y además, ha advertido de que, de aprobarse, crearía «más conflictos» en lugar de intentar resolver problemas.