La inminencia de la reunión ‘a tres’ entre PSOE, Ciudadanos y Podemos ha disparado la intensidad del enfrentamiento entre Albert Rivera y Pablo Iglesias. El ritmo de los reproches, críticas a los respectivos programas y ataques directos se ha acelerado en las últimas horas y ha pasado de las salas de prensa y los ‘tweets’ a la tribuna del Congreso de los Diputados.
«Con intolerantes es muy difícil hacer un gobierno progresista», ha advertido Iglesias a Pedro Sánchez. «Quizá no sea posible [el gobierno progresista] cuando se llega a acuerdos con quienes querían negar la tarjeta a personas que solamente estaban huyendo de la pobreza», ha manifestado el líder de la formación morada.
La esperada comparecencia de Mariano Rajoy en el Congreso, que ha explicado al Pleno el acuerdo de la Unión Europa con Turquía sobre los refugiados, ha servido a los representantes de Podemos y Ciudadanos para recordarse con quién están negociando. Los líderes se han enseñado los dientes, en una situación quizá poco agradable para Pedro Sánchez, que se encuentra en medio del cruce de ataques.
Rivera ha utilizado su turno parlamentario para tratar de meter un gancho a Podemos a cuenta de la financiación del partido. El líder de Ciudadanos reprochaba a Iglesias no defender los derechos humanos en aquellos países que «financian a su partido», como Venezuela.
«El concepto de derechos humanos en donde usted y sus compañeros impartían clase es distinto al mío, que es el de las universidades publicas y concertadas de España y el suyo es el de Venezuela e Irán«, ha manifestado un día después de que ABC revelara que el propio Hugo Chávez financió a la Fundación CEPS, a la que muchos de los miembros de la cúpula de Podemos pertenecen.
Calentamiento de la reunión
Rivera ha instado a Iglesias a «hacer menos ruedas de prensa» y leerse el acuerdo de gobierno, no sólo para la reunión que mantendrán este jueves, sino para asegurarle que el PSOE y Ciudadanos hablan de «derechos universales para la sanidad pública española». «Ya sé que a usted le gustaría que no lo dijera, pero lo dice», ha añadido.
Pero los enfrentamientos a cara descubierta en el Congreso no son más que la continuación del calentamiento de motores de los días previos a la reunión. Este mismo martes, el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, dijo que Ciudadanos debería estar en el Gobierno y ha advertido de que no harán más “cesiones”. También ha reclamado responsabilidades políticas por la supuesta financiación ilegal desde Venezuela.
La actividad parlamentaria también ha dado algún argumento a Podemos para criticar la postura de Ciudadanos y atacar el cumplimiento del pacto con el PSOE. Este martes, Iglesias no tardó en subrayar la abstención de Ciudadanos en una iniciativa presentada por los socialistas para la supresión de la LOMCE, un aspecto que supuestamente estaba recogido en el “Acuerdo para un gobierno reformista y de progreso”.
Por el momento, Sánchez no se ha metido en la pelea entre Iglesias y Rivera, pero habrá que esperar a este jueves para conocer la viabilidad final de un pacto ‘a tres’ que, si se siguen al pie de la letra los ataques y reproches, puede no tener muchos visos de prosperar. El propio portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, reconoció este martes que «va a ser muy difícil» llegar al acuerdo pese a que se siguió mostrando optimista por la celebración del encuentro.