La crisis económica ha afectado a toda la población española, pero su impacto sobre los niños y jóvenes ha sido más fuerte. Por ello, un 36% de los menores en España viven en riesgo de pobreza, según el informe de Unicef sobre Equidad. Esta cifra está seis puntos por encima de la media y multiplica por tres la de los mayores de 65 años, un grupo tradicionalmente vulnerable. Solo cinco países (Rumanía, Bulgaria, Hungría, Grecia y Macedonia) están peor que España en este indicador.
Las administraciones públicas tuvieron que reducir la inversión en políticas de infancia con la llegada de la crisis. En concreto, estas partidas disminuyeron en más de 6.300 millones de euros entre 2010 y 2013. “Ha habido poca inversión en protección social, y la poca que ha habido no ha dado resultados suficientes”, afirma Maite Pacheco, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de UNICEF Comité Español.
El colectivo más afectado es el de los menores, en especial las niñas y el grupo infantil de inmigrantes.Las desventajas que sufren durante la infancia les condiciona su futuro en cuanto a la educación, salud y vivienda. Respecto a los ingresos y la satisfacción social, España se sitúa en los últimos puestos. A pesar de estos malos resultados, los datos sobre el área de la salud y de la educación son más optimistas,ya que el país está en la media europea.
Enorme brecha
La forma de medir la desigualdad en este informe es a través del indicador de la ‘brecha relativa de ingresos’, que calcula la distancia que separa a los que están peor del resto de los ciudadanos. Para ello se toma la mediana de la renta disponible de los menores de 18 años en sus hogares y se compara a quienes están entre el 10% más pobre con quienes representan la situación media.En el caso de España, esta brecha es del 62%, una de las diferencias más abultadas de la tabla.
La organización culpa en gran medida a los gobiernos por las desigualdades. “No hay ninguna posibilidad de cumplir los derechos de los niños si no hay un esfuerzo decidido de los gobiernos para reducir la brecha que separa a unos niños de otros”, afirma Carmelo Angulo, presidente de UNICEF Comité Español. “Hacer frente a las desigualdades sociales que afectan a la infancia debe ser una pieza clave en todas las políticas relacionadas con los niños y su bienestar económico, social y emocional”.
La organización sugiere suscribir un Pacto de Estado por la Infancia que tenga en cuenta las propuestas del informe como la prestación por hijo de 1.200 euros anuales para los hogares con menos ingresos, las becas escolares, el apoyo educativo y la educación de 0 a 3 años accesible para todos y gratuita para los hogares con menos recursos. También busca garantizar de forma universal el acceso a la salud y a los medicamentos, tomar el bienestar subjetivo infantil en serio, el seguimiento público de la desigualdad.