El Partido Popular obtendría al menos cuatro puntos porcentuales de voto más que el pasado 20 de diciembre si el cabeza de lista no fuera Mariano Rajoy, sino una mujer. Según informan a estrelladigital.es fuentes ‘populares’, hace semanas que la formación conservadora tiene sobre la mesa estudios demoscópicos internos que demostrarían que un cambio de candidato, de cara a una hipotética nueva convocatoria electoral, mejoraría las expectativas de voto del PP. En concreto, el fichaje estrella sería una mujer.
¿Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal o Cristina Cifuenes? Las mismas fuentes no desvelan quién es la mejor posicionada en estas encuestas. A las dos primeras, enfrentadas entre sí, les resta puntos su ligazón política a Mariano Rajoy. Hay 'populares' que piensan que «caerán» con él. Pero a ninguna le falta ambición por hacerse con el control de la formación conservadora. Tanto es así que en las últimas semanas ha sido notoria la guerra interna que ha enfrentado a los sorayistas y a los jóvenes vicesecretarios del PP. Una guerra hoy camuflada tras el mensaje de «la unidad» que la dirección ha impuesto de cara al 26J.
Es más, de puertas para afuera ésta no es una opción real. Todos los portavoces oficiales defienden a diario la candidatura de Rajoy como la única posible para el Partido Popular si el 26 de junio se vuelven a repetir las elecciones. Y no sólo porque así lo estipulan los estatutos que Rajoy y su equipo cambiaron en 2008, sino porque también hay un sector (marianista principalmente) convencido de que el actual jefe del Ejecutivo en funciones se lo “merece porque supo reconducir la situación económica del país y ganó las últimas elecciones”. Claro que éste no es un sentir unánime en el Partido Popular.
La figura de Rajoy comenzó a cotizar a la baja hace tiempo. En concreto, tras las sucesivas convocatorias electorales que se produjeron desde aquel histórico 20N de 2011 y que fueron de mal en peor para los conservadores. Ya en fechas previas al 20D, el nombre de Rajoy era cuestionado internamente. Para entonces, el PP ya había perdido más de diez millones de euros en subvenciones electorales desde que Rajoy es presidente del Gobierno.
Las opciones de Santamaría, Cifuentes y Cospedal
Hoy, los conservadores ya manejan quinielas internas con los posibles sucesores de Rajoy. Y en ellas figuran los nombres de tres mujeres destacadas: Soraya Sáenz de Santamaría, Cristina Cifuentes y María Dolores de Cospedal. Hay quien incluye en esta pugna a la ministra de Fomento, Ana Pastor. Aunque las fuentes consultadas por este diario advierten de que la gallega no cuenta con la fuerza suficiente en el partido para alzarse con este trofeo, más allá de su amistad personal con el actual líder.
La vicepresidenta del Gobierno en funciones tampoco cuenta con fuerza en el Partido Popular. Carece de poder territorial. Ni lidera, ni ha liderado ninguna región. Ahora bien, eso no significa que no haya sabido rodearse de buenos aliados. Es más, entre los llamados ‘sorayos’ más destacados se encuentran los líderes de dos importantes delegaciones: el del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, y el del PP vasco, Alfonso Alonso. Además, el Gobierno le ha dado visibilidad internacional, ha sabido forjar buenas amistades en el mundo empresarial, incluido el sector mediático, y es el miembro del Ejecutivo ‘popular’ con mejor imagen pública.
A un nivel similar de popularidad se situaría Cristina Cifuentes, presidenta de uno de los principales feudos regionales del PP, 'lideresa' en funciones de la división madrileña del partido y con una imagen cada vez más cotizada de puertas para adentro. Es la favorita en muchos sectores ‘populares’, aunque su entorno se empeña en insistir en que el salto a la escena nacional aún no está entre sus planes.
Y en tercer lugar estaría María Dolores de Cospedal. Un sector ‘popular’ ya la da por amortizada. La opinión generalizada sobre Cospedal es que la “gestión del ‘caso Bárcenas’ enterró cualquier oportunidad que tuviera para acceder a la presidencia del PP”. Ahora bien, otras fuentes conservadoras aseguran que la secretaria general del partido aún no se ha dado por vencida. “Fue un palazo para ella perder Castilla-La Mancha en las últimas elecciones regionales”, advierten las mismas fuentes, que aseguran que para Cospedal reeditar aquel éxito regional de 2011 hubiera sido su trampolín a la presidencia ‘popular’.
Hoy, la ‘número dos’ de Rajoy en el PP no sólo ha logrado escaño en el Congreso de los Diputados, sino que sigue siendo la secretaria general, pese a todas las presiones internas que sufrió Rajoy para que se deshiciera de ella en la última reestructuración. Cospedal ya no comparece todos los lunes en Génova –eso ya es cosa de los vicesecretarios más jóvenes-, pero cada vez se prodiga más por los medios de comunicación afines al PP. Además, su participación activa en la precampaña que el PP lleva meses haciendo también es un síntoma de su ambición interna. “Se está dejando querer”, advierten desde el PP.