La Armada tiene claro cuáles son los planes prioritarios de renovación de su flota: nuevas fragatas F-110; conseguir 10 Buques de Acción Marítima (BAM); cambiar los cazas Harrier por los nuevos F-35; incorporar helicópteros NH-90 navalizados y, por supuesto, contar cuanto antes con el submarino S-80, cuyo diseño ha retrasado el desarrollo del proyecto.
Así lo ha explicado el almirante jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Jaime Muñoz-Delgado y Díaz del Río, en un encuentro con los medios de comunicación, donde ha indicado sus prioridades con “planes viables” y de acuerdo a “una estabilidad presupuestaria”. En ningún caso se “pretende aumentar el número de unidades sino sustituir las que quedan obsoletas” por otras más modernas y capaces.
En el caso de la sustitución de los aviones con que cuenta la Armada, los F-35 son «la única opción». La vida útil de los cazas Harrier que operan actualmente se puede ampliar hasta 2025 o 2027 y el almirante jefe de la Armada considera que “la única opción de futuro es el F-35. No hay otra opción”. Sin embargo, Muñoz-Delgado ha explicado las dificultades de no haberse incorporado al consorcio de países que lo desarrollan desde el comienzo. Por eso, se plantea la posibilidad de “ir de la mano del Ejército del Aire”, “aunque está por decidir”, ha explicado.
Uno de los proyectos más importantes para la Armada es el impulso de los buques tipo fragata F-110, para poder sustituir cuanto antes las fragatas F-80 clase Santa María. Se trata de un plan de renovación “muy importante”, dado que las fragatas son el “buque fundamental de la institución” y las F80, actualmente en uso, se encuentran en mitad de su vida útil.
Otro de los objetivos es conseguir 10 Buques de Acción Marítima (BAM). En estos momentos, la Armada cuenta con cuatro de estos patrulleros polivalentes y está aprobada la construcción de dos más (“Audaz” y “Furor”). Además, Muñoz-Delgado ha insistido en que quiere contar con dos de estos buques “especiales” para tareas de investigación subacuática, que podrían desempeñar, además, labores de protección del patrimonio subacuático, rescate submarino y apoyo a buceadores.En la línea de renovar sin aumentar la flota, el AJEMA ha explicado que cuando se incorpore el quinto BAM se dará de baja una corbeta.
El AJEMA también ha puesto sobre la mesa la incorporación de los helicópteros NH-90, aunque “navalizados”. “Existen problemas técnicos que no se han solucionado aún” para que puedan usarse aeronaves en el portaviones Juan Carlos I. Con el retraso en la llegada del nuevo helicóptero, “hay que renovar y mantener los que están en uso”, algo que resulta “más costoso que una unidad nueva” en muchas ocasiones.
El S-80 y las grandes carenas
La nueva flota de submarinos es uno de los aspectos más controvertidos dentro de la Armada por el retraso del submarino S-80 por fallos en su diseño. El AJEMA ha asegurado que el diseño final del sumergible estará disponible este mismo verano, aunque no ha querido dar una fecha de entrega de la primera unidad.
El retraso del S-80 costará unos 130 millones de euros, sólo en la renovación completa y puesta a punto de los submarinos S70 que actualmente se utilizan. Se trata de una gran carena que la Armada acometerá en los submarinos Galerna y el Mistral, ya que el tercero, el Tramontana, “está casi listo” tras haberse sometido a esta gran revisión.
El AJEMA ha explicado que pese al retraso y el rediseño, el S-80 “no tendrá nuevas capacidades” aunque está convencido de que “será un gran submarino”. Además, ha dejado claro que la opción de acudir al mercado para comprar nuevos modelos de submarino estaba descartada desde el comienzo. “La Armada siempre ha apoyado la industria naval” en España y gracias a ello “tenemos una industria naval puntera”, ha dicho.