Barack Obama vuelve a ignorar a Mariano Rajoy. No es la primera ni la segunda vez, sino la tercera. De nuevo, el todopoderoso presidente de EEUU se dirige a Europa sin acordarse de que España existe. Obama aprovechará el viaje oficial que tiene previsto realizar la próxima semana a Alemania para citar al líder francés, François Hollande; al británico, David Cameron; al italiano, Matteo Renzi y a la canciller alemana, Angela Merkel, para discutir los principales temas de la actualidad internacional: el terrorismo, la inmigración y la defensa.
Será una «reunión informal», tal y como ha aclarado el gobierno francés, que estará presidida por Merkel y que tendrá lugar el próximo lunes en Hannover. Entre los temas a tratar, algunos de máxima importancia para España, que ha sido excluida de este encuentro: combatir el terrorismo, los «retos» pendientes en las «periferias» este y sur de Europa, las «medidas adicionales» que pueden adoptar los aliados de la OTAN y el acuerdo comercial transtatlántico (TTIP).
Claro que ésta no es la primera vez que Mariano Rajoy queda fuera de estas grandes discusiones, en las que para más humillación, España juega un papel prioritario. Ya ocurrió en noviembre de 2014 con la crisis del ébola. España sufrió el único caso de contagio de esta grave enfermedad en Europa y supo responder con rapidez y eficacia, pero aún así no mereció la atención de Obama. El presidente estadounidense volvió a recurrir a Francia, Alemania, Reino Unido e Italia para intercambiar impresiones. Primero lo hizo a través de una videoconferencia, pero pocas semanas después organizó una «cumbre improvisada» a la que Rajoy no fue invitado.
Seguridad y defensa
De hecho, la relación con EEUU, que al principio parecía que iba a ser la piedra angular de nuestras relaciones internacionales, no ha acabado de cuajar. Existe buena predisposición desde el primer día, sobre todo por parte del Ejecutivo ‘popular’, pero Obama no parece estar por la labor. España no le interesa a EEUU, salvo por una cosa: seguridad y defensa.
La posición estratégica de la Península Ibérica aún convierte a España en un aliado necesario, pero en ningún caso prioritario. Los Gobierno de España y EEUU han estado en contacto permanente durante esta legislatura por dos cuestiones: las bases aéreas de Morón y Rota, y por otro lado la guerra de Irak. Pero ninguno de estos asuntos ha merecido una visita de Obama a España. De hecho, el presidente español tardó dos años en ser recibido en la Casa Blanca, pese a que desde el inicio de la legislatura se vendía como uno de los primeros encuentros que se iban a producir.
El mandato del presidente de EEUU termina en noviembre de 2016 y su compromiso es visitar España antes de que concluya su Gobierno. Aunque entre sus planes nunca estuvo hacerlo antes de que finalizara el primer mandato de Rajoy. Y eso que la amenaza yihadista en el norte de África ha reforzado el papel estratégico de España como aliado en el sur de Europa a lo largo de estos cuatro años.
Tanto es así, que en junio del año pasado, EEUU y España firmaron en Washington el acuerdo que ha hecho de Morón de la Frontera (Sevilla) base permanente de la fuerza militar norteamericana de despliegue rápido en África. El convenio fue suscrito por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, y su homólogo norteamericano, Tony Blinken. Se intentó que esta firma fuera más colorida, protagonizada por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, durante la visita a Madrid que tenía prevista el 31 de mayo, pero que se tuvo que posponer como consecuencia de su caída de bicicleta en Francia, en la que se fracturó una pierna.
Visita a Europa sin parada en España
Eso sí, no será por las pocas veces que el presidente estadounidense ha estado de gira por Europa en estos cuatros años de Gobierno ‘popular’. En 2013 visitó Irlanda del Norte para participar en la cumbre del G8 y Alemania. Y en 2014 realizó dos importantes giras. En marzo visitó Holanda para participar en la Cumbre sobre Seguridad Nuclear; Bruselas, para celebrar una cumbre bilateral y El Vaticano. Y en junio volvió para intentar mediar en la crisis ucraniana. Visitó Polonia, a quien consideró “uno de los aliados más fuertes de EEUU”, Bélgica y Francia.
La próxima semana volverá a Alemania y entre sus planes tampoco está reunirse con Mariano Rajoy, pese a que en dos de los temas claves que tratará con Francia, Alemania, Reino Unido e Italia es prioritaria España: la lucha contra el terrorismo y el control de las fronteras.
El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, viajó hace dos semanas a Washington para participar en la Cumbre de Seguridad Nuclear y aseguró que Obama mantenía en suspenso su viaje a España hasta que se formara el nuevo Gobierno. Aunque lo cierto es que esta visita siempre ha estado rodeada de mucha rumorología que nunca ha llegado a confirmarse. La intención es que se produzca antes de que concluya el mandato de Obama. Pero todo es un misterio. Si EEUU estuviera pendiente de España, Rajoy estaría el próximo lunes en Hannover junto a Merkel, Hollande, Cameron y Renzi. Pero la realidad es que no ha sido invitado.