El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no ve vocación entre el jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, y el gobierno catalán respecto a la principal de sus reivindicaciones, la «hoja de ruta» para convertir Cataluña en un estado independiente.
Tras dos horas y media de reunión en el palacio de la Moncloa, Puigdemont ha comparecido ante la prensa en la librería Blanquerna de Madrid. El president ha explicado que, en un «clima de cordialidad formal y normalidad institucional», ha trasladado a Rajoy el compromiso del Govern con la hoja de ruta que contempla «convertir a Cataluña en un estado independiente».
Puigdemont no ha visto «vocación de entendimiento» respecto a este tema y opina que se han puesto de manifiesto las «profundas discrepancias» entre ambos. No obstante, ha apuntado que si en ese recorrido, el Estado considera que una forma de atender esta petición es sentarse a negociar un acuerdo que pase por un referéndum, le ha expresado al presidente su disponibilidad a sentarse y «hablar de ello».
Según su versión, Mariano Rajoy le ha trasladado que no hay «margen para el acuerdo», por lo que Puigdemont ha reiterado que no ve «vocación de entendimiento» entre ambos posicionamientos.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha entregado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un documento con 46 reclamaciones durante la reunión que han mantenido ambos en Madrid y que arranca por la celebración de un referéndum vinculante en Cataluña que dé «respuesta política a un mandato democrático».
En el documento, que supera los 23 puntos del que entregó su antecesor, Artur Mas, a Rajoy en verano de 2014, medidas sobre políticas sociales, política fiscal y financiera y un amplio capítulo sobre lo que el dirigente catalán denomina «incumplimientos» del Estado con Cataluña, invasión de competencias autonómicas «e interferencias en la acción de gobierno».
Con respecto al primer punto, argumenta la Generalitat que las elecciones de septiembre establecieron en el Parlament de Cataluña «una mayoría favorable a la creación de un nuevo Estado» para la comunidad autónoma. «La voluntad democrática de los ciudadanos, expresada a través de su voto, confiere legitimidad a la acción política y parlamentaria de sus representantes», se añade en el documento.
Tras esta argumentación, se defiende que es una «obligación» buscar vías de negociación y diálogo que permitan «dar salida a las aspiraciones democráticas de la mayoría» que «como mínimo puede incluir la celebración de un referéndum vinculante».