El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha salido en defensa de la Agencia Tributaria después de que el expresidente del Gobierno, José María Aznar, anunciara la demanda que ha interpuesto ante la Fiscalía General del Estado contra este organismo público después de que se filtrara a la prensa datos fiscales suyos. «La Agencia Tributaria es una organización extremadamente profesional y cualificada», ha espetado Catalá.
El ministro de Justicia, que este viernes ha ejercido de portavoz gubernamental en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, puesto que Soraya Sáenz de Santamaría se encontraba de viaje oficial en Nueva York, ha reconocido el «legítimo» derecho de Aznar a recurrir a la justicia para aclarar esta polémica. También ha asegurado que la Agencia Tributaria, «como hace siempre», colaborará con la Fiscalía para «identificar si se ha producido la filtración de los datos».
No obstante, Catalá ha tirado de su pasado institucional (entre 2000 y 2002 fue subsecretario de Hacienda) para poner en valor los procedimientos internos de la agencia y las limitaciones del acceso a la información e inspecciones de su servicio interno. «Es una organización profesional, con funcionarios independientes que hacen un trabajo extraordinario», ha reiterado.
Aún así, el Ejecutivo ha asegurado que se llevará a cabo una investigación, como siempre corresponde en estos casos, aunque fuentes gubernamentales advierten, al igual que hicieron cuando la declaración filtrada fue la de la expresidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, de que estos datos personales no sólo los tiene Hacienda, sino también «abogados y asesores fiscales».
Aznar recurre a la Justicia
Aznar, por su parte, no duda de que se trata de una «filtración» de la Agencia Tributaria que podría constituir los delitos «de infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos», así como también de «descubrimiento y revelación de secretos».
El expresidente del Gobierno ha recordado en un comunicado oficial remitido a los medios de comunicación que los datos que tiene la Agencia Tributaria de cualquier contribuyente «son confidenciales y no pueden ser difundidos», por lo que si se publicaron los suyos es porque «han debido de ser filtrados o cedidos por aquellos que los conocían».
Tal y como detalla la información filtrada, la Agencia Tributaria impuso una multa al dirigente 'popular' por utilizar una sociedad instrumental para ahorrarse el pago de impuestos por IRPF. La versión de Aznar es que lo que había mantenido con Hacienda fueron «diferencias de criterio» sobre la forma de tributar en los ejercicios 2009 y 2010, pero que el expediente se cerró «de conformidad» en 2014.