El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha afirmado en relación a la izquierda abertzale que desde la formación morada «siempre» van a estar dispuestos a dialogar «con todos y todas, a pesar de las diferencias». «El tiempo de los vetos políticos se terminó y es bueno que se haya terminado», ha remarcado.
Iglesias, preguntado por los periodistas en Pamplona por una charla que ofreció en una herriko taberna de la capital navarra antes de liderar Podemos y a la que asistió el exdiputado de Amaiur Sabino Cuadra, ha destacado que a Cuadra le quiere «mucho» y le admira «mucho», aunque tienen «diferencias políticas, que son muchas».«Me parece un hombre maravilloso y una buena persona y creo que hizo un buen trabajo parlamentario cuando estuvo representando a Amaiur en el Parlamento español», ha sostenido Iglesias, para señalar que «nosotros siempre vamos a estar dispuestos a dialogar con todas y todas a pesar de las diferencias».
En este sentido, ha subrayado que desde Podemos tienen «muchas diferencias con la izquierda abertzale», pero que les encantaría «que esas diferencias se puedan poner en una mesa y se pueda discutir».
«Creo que por desgracia durante muchos años se vivió una situación difícil y yo soy de los que pienso que algunos quizá debieran pedir perdón de manera más clara por ciertas cosas, pero creo que es una magnífica noticia la normalización política que permite que todos los sectores puedan dialogar y dilucidar sus diferencias en democracia», ha apuntado.
Ha destacado, además, que él ha intervenido «en muchos sitios», que también le han invitado a dar charlas a agrupaciones del PSOE y que tiene amigos que están en «muchos partidos». «En el tiempo que fui diputado en el Parlamento europeo trabé relación de amistad con diputados del PP, de Ciudadanos y del PSOE, y a pesar de las enormes diferencias estoy orgulloso de que mantengamos esa amistad», ha relatado.
En este punto, se ha referido al eurodiputado navarro Pablo Zalba, del PPN, quien le preguntó si le supondría un problema tomar un café con él si venía a Pamplona. «Le dije no Pablo, sería un placer tomarme un café contigo, igual que lo sería tomármelo con Sabino Cuadra o con cualquier persona la cual a pesar de las diferencias ideológicas puede entablar una relación de afecto», ha comentado.
En su opinión, «eso es bueno y los ciudadanos están muy felices de que los representantes políticos se hablen y estén dispuestos a tomar un café para que no se repitan cosas que no les gustaban a nadie».