Apenas queda tiempo. La ronda de consultas convocada por el rey Felipe VI, que apura los plazos establecidos por ley para la convocatoria de elecciones, no ha presionado lo suficiente para que los líderes políticos se entiendan -no de cara a la galería, al menos.
Este domingo, las ruedas de prensa y actos de partido han escenificado un capítulo más –podría ser el último- de los desencuentros de los últimos cuatro meses. Un día más de reproches cruzados, acusaciones y llamamientos a entenderse, siempre frenados por los condicionantes de unos y otros.
Todos contra el pacto PSOE-Ciudadanos
Aunque con motivaciones diferentes, el bloque PSOE-Ciudadanos es el que se lleva más críticas. Para Mariano Rajoy -a quien se le ha visto con mayor frecuencia en los medios a medida que se acerca la fecha tope para la formación de gobierno- los culpables son el PSOE y Ciudadanos.
«Ellos lo hicieron imposible: el PSOE y Ciudadanos», ha argumentado Rajoy, que ha criticado que ambos partidos se sentaran a la mesa de negociación con Podemos en lugar de con el PP. Pero la afirmación del presidente del Gobierno en funciones contrasta con la evolución de su actitud desde el 20D.
De hecho, casi todos los partidos le han acusado de inmovilismo, que ha alcanzado su máxima expresión con las llamadas a Sánchez que nunca realizó pese a haberlas anunciado. Los llamamientos de Rajoy a Sánchez llegaban de manera indirecta en ruedas de prensa, entrevistas y actos de partido y acabaron hace unos días también en Twitter, con la invitación de Rajoy a Sánchez “a trabajar por un Gobierno de gran coalición que dé estabilidad a España”.
Pedro Sánchez puede evitar las elecciones. Le invito una vez más a trabajar por un Gobierno de gran coalición que dé estabilidad a España MR
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) 21 de abril de 2016
Una invitación que no ha tenido un gran impacto, a la vista de la frialdad con la que el líder del PP y del PSOE se trataron durante el cóctel del Premio Cervantes este sábado. Rajoy y Sánchez apenas se saludaron.
Sánchez, presidente
Para las formaciones lideradas por Pablo Iglesias y Alberto Garzón el problema también es el pacto PSOE-Ciudadanos. Ambos partidos defienden que si Sánchez no estuviera amarrado al acuerdo con Rivera habría un “gobierno de progreso”.
Este domingo, Pablo Iglesias ha dado por hecho que habría elecciones y se ha ofrecido para ser presidente de «un gobierno decente y de cambio». «Sí, probablemente vayamos a elecciones, y no tenemos ningún miedo».
Pero de cara a los próximos días, la portavoz adjunta de Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha anunciado que su formación volverá a pedir a Felipe VI que el líder socialista sea el candidato a la Presidencia del Gobierno.
«Fuimos la primera fuerza que planteó que nuestro país podía tener un Gobierno de progreso y que queríamos a Pedro Sánchez al frente de ese Ejecutivo”, ha explicado Montero, a la vez que se ha lamentado de que el PSOE «haya decidido encerrarse en ese acuerdo con Ciudadanos».
En Podemos, ha dicho Montero, tienen dudas de que Sánchez vaya a abandonar el acuerdo con Rivera y no ha descartado un acuerdo de última hora y se dé un giro hacia «la gran coalición». «Yo no lo deseo porque es lo peor que le puede pasar al país. Las peores cosas que han pasado en nuestro país han sido cuando PP y PSOE se han puesto de acuerdo», ha señalado.
Para Alberto Garzón, que puede ser compañero de listas de Podemos, aún hay tiempo para que Sánchez cambie de opinión sobre un pacto que ha criticado por ser “hostil contra las clases populares, y pueda optar por una alternativa».
Garzón ha indicado que esa alternativa «ya se ha cristalizado en el Congreso en diferentes votaciones, como la paralización de la Lomce».
PSOE contra Podemos y Ciudadanos, contra PP
Desde que Pablo Iglesias se levantó de la mesa de negociación con PSOE y Ciudadanos, el argumentario del partido de Pedro Sánchez se ha centrado en el mismo culpable: Pablo Iglesias. El líder de Podemos ha centrado las críticas desde los adláteres de Pedro Sánchez mientras éste le seguía tendiendo la mano a un pacto junto con Ciudadanos.
Con el tiempo de descuento casi acabado, ha sido Antonio Hernando el que ha vuelto a culpar a las ambiciones de Iglesias de que “Rajoy no esté en la oposición”. Iglesias «ha pensado que la política no es una cuestión de proyectos sino de poder». Este es el motivo de «su obsesión por controlar el CNI, el ministerio de Defensa, el del Interior y RTVE», ha zanjado el portavoz socialista en el Congreso.
También ha criticado las conversaciones entre Podemos e Izquierda Unida para formar una coalición de cara a los nuevos comicios.
Las críticas de Ciudadanos de las últimas semanas se han centrado en el PP, a quien siempre había tenido tendida la mano. La insistencia de Rivera de tratar de llegar a un acuerdo con los dos grandes partidos de España, la ‘gran coalición’, no cuajaron y la gran bisagra que pretendía ser Ciudadanos ha terminado desvaneciéndose, con un aluvión de críticas a la actitud de Rajoy, que no ha querido reunirse en serio con Rivera.
Este domingo era la representante de la formación naranja en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, la que ha atacado a Rajoy. Le ha tildado de «miope» e «irresponsable» y le pide que «deje de poner palos en las ruedas». Pero también ha tenido palabras para Podemos: “La gran diferencia entre Ciudadanos y otras formaciones es que mientras unos han estado enfrascados en los acuerdos de sillas y siglas, C's ha trabajado en un acuerdo de reformas profundas para salir de la situación de bloqueo».
Así, con este desencuentro escenificado recurrentemente desde el 20D comienza la semana definitiva, el momento en el que los líderes de los partidos con más representación en el Parlamento decidirán si los españoles tienen que volver a votar su futuro ante la incapacidad de llegar a un acuerdo.