Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha abierto un expediente para intentar encontrar a la pareja que fue cazada la noche del sábado 23 de abril practicando sexo en uno de los andenes de la estación del Liceu para poder sancionarla por incivismo.
El hecho ocurrió sobre las 24.00 horas y fueron grabados por un usuario. A los pocos minutos de subir la grabación a su cuenta personal, el vídeo se convirtió en un fenómeno viral que corrió enseguida por los móviles de toda la Ciudad Condal. Dos días después, y tras el revuelo causado por la filmación, TMB ha anunciado que abrirá un expediente para intentar localizar a los dos jóvenes y poder sancionarla por actos incívicos.
Las hipótesis sobre lo sucedido son varias e incluso no se descarta que se trate de la actuación de dos actores eróticos o que simplemente se trate de dos jóvenes que actúan bajo los efectos del alcohol o algún tipo de estupefaciente. En la grabación también se pueden observar las distintas reacciones de la gente ante la insólita imagen. Algunos viajeros pasan por delante de ellos sin ningún tipo pudor, aunque la gran mayoría prefiere mantenerse al margen. Los más osados incluso animan y arengan a la pareja a seguir con la práctica sexual en público.
Un hecho con precedentes
Los actos ocurridos en el metro de Barcelona tienen un precedente en la capital de España. En junio de 2015, dos personas fueron sorprendidas practicando sexo en una isleta de Avenida de Islas Filipinas, en su cruce con la calle Cea Bermúdez. Todo fue grabado por un conductor que, sorprendido por la atípica escena, no dudo en inmortalizarla a la vez que animaba a la pareja a que siguiese en su azarosa tarea.
En esta ocasión, los dos jóvenes si fueron intimidados por la presencia de terceros por lo que decidieron parar su prácticas e intentaron ocultar sus identidades tapándose la cara y dando la espalda a la cámara del móvil que les estaba grabando en esos momentos.
Aunque es habitual encontrar a parejas realizando el acto sexual en las playas del litoral mediterráneo durante el verano, no lo es tanto que estos hechos se produzcan en mitad de un barrio tan céntrico como el de Argüelles o en una parada de metro con tanto trasiego como la del Liceu, en Barcelona.