El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación sufragó el coste de la repatriación de 22 españoles en situación de necesidad en el extranjero durante el año 2015. Principalmente fueron mujeres víctimas de abusos por parte de familiares, sus hijos y enfermos que precisaban ser atendidos en España.
El dato figura en el Informe Anual sobre la aplicación de la Estrategia de Acción Exterior, un documento que, a lo largo de más de 100 páginas, hace balance del trabajo desplegado en el año y, en ocasiones, apunta líneas de actuación para el futuro.
La publicación del informe –el primero de este tipo– supone un paso más en la política de transparencia del departamento y es consecuencia de la entrada en vigor de la Ley de la Acción y del Servicio Exterior en 2014. El jefe del departamento, José Manuel García-Margallo, presentará este miércoles el documento, que este martes se ha colgado en la web del Ministerio.
Además de adelantar el coste del viaje de regreso a España, los servicios consulares también asistieron a las mujeres víctimas de violencia de género en el extranjero, cuando ha sido necesario, con la expedición de pasaportes o salvoconductos en caso de caducidad, pérdida o sustracción de la documentación personal.
Entre los retos que apunta el informe, se hace una particular llamada de atención a la necesidad de revertir los drásticos recortes a la política de cooperación al desarrollo, que entre 2010 y 2014 acumularon un descenso del 68 por ciento.
«España paga un precio muy alto en términos de presencia e influencia internacional renunciando a tener una política de cooperación al desarrollo adecuadamente financiada», admite el informe, que insta a aumentar el presupuesto para la ayuda al desarrollo «a medida que la recuperación económica lo permita».Exteriores también reconoce como un desafío pendiente el redespliegue de las Embajadas y Consulados en el mundo para orientarlos más hacia las economías emergentes y a Asia.
Según el documento, aunque se han llevado a cabo algunas iniciativas –destacando diplomáticos en delegaciones de la UE y Embajadas iberoamericanas– «las dificultades administrativas y presupuestarias para reforzar las plantillas de los puestos que lo necesitan y el coste que supone clausurar los que quizá ya tengan menor razón de ser han impedido llevar adelante un verdadero plan» en este sentido.
El documento también recomienda un mayor desarrollo del papel del Consejo Ejecutivo de Política Exterior, que preside la vicepresidenta del Gobierno, para la coordinación entre los diferentes departamentos en cuestiones que afectan al despliegue del Servicio Exterior del Estado.
Acogida de defensores de DDHH
Otro de los datos que revela el informe es la acogida temporal por parte de España de un total de 11 defensores de los Derechos Humanos, a los que por motivos de seguridad no identifica.
Europa ocupa varias de las páginas del documento, donde se alerta de la «grave crisis» que atraviesa la UE y que tiene que ver no tanto con la envergadura de los problemas a los que se enfrenta, como a su incapacidad para responder de manera adecuada a ellos, reza el informe.
«Ni la crisis económica griega, ni los flujos de refugiados y emigrantes, generados por el conflicto sirio y la difícil situación económica de muchos países del sur, deberían suponer un riesgo existencial para la UE, y sin embargo en el Consejo de la UE se ha planteado la salida de Grecia del euro, se plantea seriamente la salida del Reino Unido de la UE, y la gestión de la crisis de los refugiados es un ejemplo no de unión, sino más bien de divergencias de políticas en el marco de la Unión», abunda el documento.
Ante este panorama, el documento subraya que la voz de España «debe hacerse oír para indicar el camino correcto en un momento de desorientación en la construcción europea, camino que no es otro que el de la profundización» en el proyecto de la UE.