“Motivos políticos”. Esa es la razón que ha aducido Carme Chacón para no presentarse como número 1 de la lista del PSC a las próximas elecciones del 26 de junio. Aunque no ha querido especificar cuáles son esos “motivos políticos” que incitan a la dirigente socialista catalana a borrarse de la lista del PSC, su anuncio se produce justo un día antes de que se aprueben las primarias en el PSOE y tras semanas de rumores de que José Luis Rodríguez Zapatero impulsa a su exministra en sus círculos como posible candidata del PSOE en las próximas elecciones del 26J.
Por eso esta retirada, aquí y ahora, que no es total ya que conservará su puesto en la Ejecutiva del partido, no encaja del todo a muchos. Chacón ha sido una mujer de armas tomar -y no sólo por su “Capitán, mande firmes” cuando se convirtió en la primera mujer a cargo del Ministerio de Defensa. La actual secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE ha tenido una carrera fulgurante dentro del PSOE y ha ocupado cargos en casi todos los niveles, tanto de dentro de la administración como de su partido, aunque también ha tenido sus caídas.
Comenzó como concejal en Esplugues de Llobregat, pero pronto pasó a ocupar puestos de responsabilidad en el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC). Después saltó a la dirección del PSOE, donde siempre se situó del lado de Rodríguez Zapatero. Y de ahí, al estrellato.
Rodríguez Zapatero le dio un ministerio en 2007, el de Vivienda, en el que apenas estuvo un año y con poco lucimiento, pero con el estreno de la nueva legislatura, en abril de 2008, su mentor político quiso lucirla más y le dio el Ministerio de Defensa. Era un momento complicado y, tras la salida de José Antonio Alonso del departamento, el jefe del Ejecutivo necesitaba a alguien de su absoluta confianza.
«Capitán, mande firmes»
El nombramiento fue para muchos todo un golpe de efecto. Fue la primera mujer al frente de este ministerio. Además, catalana y embarazada. Para la historia quedó su famosa frase «Capitán, mande firmes”, la primera orden que dio como responsable de Defensa el día de su toma de posesión en el patio del Ministerio, antes de pasar revista a las tropas.
Su papel al frente de de Defensa la hizo convertirse en una de las ministras más populares de Zapatero, pero también levantó ampollas en algunos segmentos de las Fuerzas Armadas, que le dedicaron críticas muy duras -a veces incluso groseras- por su condición de mujer, catalana y -decían- sospechosa de simpatizar con el independentismo. De ahí que durante todo su mandato en Defensa se afanara por enfatizar su amor a España y que sus 'vivas' a la patria en sus discursos e intervenciones públicas fueran analizados al detalle.
Pero la caída de su mentor, también supuso un tropezón para ella. Con la retirada de Zapatero al frente del PSOE y la celebración del 38 Congreso del PSOE, Chacón soñó con alzarse con la Secretaría General del partido. Sin embargo, no consiguió ganar a Alfredo Pérez Rubalcaba, que ganó el cónclave por 22 votos.
Pero siguió dando guerra. En el siguiente Congreso del partido, en el que fue elegido Pedro Sánchez, Chacón renunció a enfrentarse a Eduardo Madina y al actual secretario general tras criticar duramente los métodos internos del partido para elegir a sus candidatos y pidió unas primarias abiertas. En aquel momento, allá por 2014, se convirtió en la secretaria de Relaciones Internacionales y durante estos dos años ha cerrado filas con Pedro Sánchez. Hasta ahora.
Su escasa conexión política con el líder socialista se ha podido ver hasta el día de su renuncia a la lista del PSC. Chacón se lo comunicó ayer a Sánchez, a quien le explicaba que su retirada se basaba en motivos personales. Este jueves se ha conocido que Zapatero, con quien sigue teniendo buena sintonía, lo sabía desde hace un mes.
La política catalana ha dicho en una rueda de prensa que ha descartado presentarse a unas primarias contra Sánchez, pero sus “motivos políticos” han disparado todo tipo de elucubraciones en el partido