Algo se mueve en el Partido Popular. Y especialmente en Madrid y Valencia. Dos de los feudos conservadores más importantes, asediados por la corrupción y protagonistas de las dos principales reestructuraciones organizartivas más importantes tras el pasado 20 de diciembre. El presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció al Comité Ejecutivo Nacional el pasado martes que las listas con las que los conservadores concurrirán el próximo 26 de junio serán «semejantes» a las del 20D. Ahora bien, fuentes conservadoras aseguran a Estrella Digital que Madrid y Valencia intentarán introducir cambios.
La elaboración de las listas electorales es probablemente la tarea más laboriosa y complicada para un equipo de campaña. Y una de las grandes fuentes de conflictos en época electoral. En el Partido Popular ya se trató de una ardua labor el pasado 20D, donde los codazos por ir situado en un puesto de salida -cuando las encuestas ya alertaban del fin de la mayoría absoluta-, causó más de un quebradero de cabeza a Rajoy. En esta ocasión parece que todo va rodado. El PP lleva varios meses con el 'modo elecciones' activado y no se esperan grandes novedades: la campaña vuelve a estar capitaneada por el jefe de Gabinete y hombre de máxima confianza de Rajoy, Jorge Moragas.
Eso sí, en el PP no descartan que vuelvan a surgir tensiones en torno a la elaboración de las listas. «Apenas habrá cambios», aseguró este martes la secretaria general, María Dolores de Cospedal, en la sede nacional. Eso, obviamente, significa que alguno habrá. Uno de los tocados y hundidos es el diputado por Segovia, Pedro Gómez de la Serna, imputado por la Audiencia Nacional el pasado abril por el supuesto cobro de comisiones ilegales a cambio de trabajos de intermediación para que empresas españolas obtuvieran contratos en el exterior. Pero lo cierto es que éste no es el único escándalo que ha asolado a los conservadores en los últimos meses: la explosión de la 'operación Taula' en la ciudad de Valencia y los nuevos episodios de la 'operación Púnica' en Madrid también han revolucionado el partido.
Hoy, dos gestoras controlan el Partido Popular en dos de los principales bastiones 'populares': el ayuntamiento de Valencia y la Comunidad de Madrid. El papel de la presidenta del PP valenciano desde el pasado verano, Isabel Bonig, y el de Cristina Cifuentes, la nueva 'lideresa' madrileña tras la dimisión de Esperanza Aguirre, están en auge en el Partido Popular. Ambas han capitaneado las crisis regionales más importantes de los últimos tiempos en el PP, lo que a varios conservadores les lleva a pensar que intentarán colocar a sus acólitos en estas nuevas listas. «No sabemos si lo conseguirán, pero sí creemos que lo intentarán», insisten las mismas fuentes.
La estrategia electoral del PP
La estrategia electoral de los 'populares' se basará en tres líneas fundamentales: recordar los «logros económicos» obtenidos durante la legislatura de Mariano Rajoy. El PP se centrará en la meta de los 20 millones de empleos para 2019. Insistir en los famosos cinco pactos que propuso a Pedro Sánchez (PSOE) y Albert Rivera (Ciudadanos): crecimiento económico; reforma fiscal y financiación autonómica; pacto social para reforzar los pilares del estado de bienestar; educación y defensa de la unidad de España. Y denunciar los «vetos» que «impidieron» el pasado 20D que el PP volviera a gobernar aún siendo la fuerza más votada.
La cúpula del PP recordará siempre que pueda que el principal culpable de esta nueva repetición electoral es el PSOE. Pero la idea de Rajoy es no perder de vista a Ciudadanos, la formación con la que realmente comparte espectro ideológico, y por lo tanto votos. Según el CIS, el 63% de los votantes del PP se plantearon votar a Ciudadanos el pasado 20D. «No podemos obviar que Albert Rivera fue el único que apoyó a Pedro Sánchez», insisten fuentes 'populares'. Ahora bien, en lo que a la estrategia de ataque a Ciudadanos respecta, los 'populares' no acaban de ponerse de acuerdo. Por un lado, están los que piensan que habría que controlarse puesto que Albert Rivera podría ser necesario para formar gobierno. Pero, por otro, están los que creen que la formación naranja no será tan fundamental y, sin embargo, sí roba votos a los conservadores. «Hay que atacar», insisten en el PP.
Los estudios en manos del equipo de Rajoy hablan de un aumento de en torno a «500.000 votos». Según fuentes de la dirección, este incremento podría traducirse en el número de escaños suficientes para lograr gobernar en solitario. El objetivo son los 135 escaños. Eso sí, en 'Génova' no hay dudas de que ante esta situación, el PSOE claudicará.