Tras varios meses de batalla, Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares, finalmente se ha rendido. «Izquierda Abierta reconoce el preacuerdo de coalición alcanzado entre Izquierda Unida y Podemos como fórmula electoral de cara al 26 de junio, lamentando que no sea una confluencia». Así lo ha comunicado oficialmente la formación, después de varios días advirtiendo que el acuerdo que Podemos-Izquierda Unida supone «el fin» de la histórica coalición de izquierdas.
Entre hoy y mañana, las bases de Podemos e IU votarán este preacuerdo. «Si militantes y simpatizantes de ambas formaciones dan su visto bueno, IzAb aceptará el resultado democráticamente, deseando que esta coalición coseche los mejores resultados en las urnas», aseguran desde Izquierda Abierta, que decidió colectivamente no marcar posición y dejar al criterio individual por qué opción decantarse en esta consulta.
Aún así, ha aprovechado esta comunicación para volver a insistir en su desacuerdo con esta unión, que a su juicio, «evidencia» que no es «una confluencia real de las izquierdas». El sector de Llamazares tilda de «deficitario», «poco transparente» y «nada garantista» el desarrollo del proceso. Critica la «falta de pluralidad». «Se echa de menos la presencia de muchos más agentes sociales, diferentes movimientos ciudadanos, sindicales y otras fuerzas políticas del espectro de la izquierda alternativa y transformadora», insisten en Izquierda Abierta.
Podemos «no ha sido generoso» con IU
Acusan a Pablo Iglesias y Alberto Garzón de «repartirse el país». «Es un evidente pacto cupular que nada tiene que ver con una apertura a la participación de las bases», advierten. Y pone como ejemplo la última consulta en la que sólo participaron el 28% de sus bases. «Se pidió a la militancia la firma de un cheque en blanco en vez de ratificar un acuerdo concreto: ni siquiera ha sido así en esta segunda consulta, que se inició cuando seguían sin hacerse públicas las condiciones del acuerdo».
Izquierda Abierta tampoco cree que Podemos «haya sido generoso con IU». «No ha cedido posiciones relevantes. El reparto en las listas no se corresponde con la representación de ambas fuerzas. Que el candidato de IU vaya 5º en la lista por Madrid es del todo injusto», insiste. También afea la actitud de Alberto Garzón de haber renunciado a encabezar la lista desde la izquierda con un proceso participado de primarias.
Aún así, esta formación ve en la nueva cita con las urnas «una segunda oportunidad para conseguir un gobierno que frene la deriva neoliberal y prime los intereses de la gran mayoría social y de las clases desfavorecidas».
Elsa S. Vejo