David Marjaliza, presunto cerebro de la trama Púnica, desveló al juez la destrucción de buena parte de la documentación sobre el funcionamiento de la red tras ser avisado por Francisco Granados de que le estaban investigando. «Sacamos tres carros del Carrefour y los llevamos a quemar», confesó.
Esa revelación consta en la declaración que durante trece horas prestó Marjaliza ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, en la que el empresario explica que el exconsejero de la Comunidad de Madrid y exsecretario regional del PP Francisco Granados -en prisión por esta causa- le alertó de que les investigaban.
Cuando le preguntan por ese aviso, el empresario afirma que destruyó «todo», carpetas de la Comunidad de Madrid, la lista de las obras y las empresas que podían ser adjudicatarias y «todo lo relacionado con esto».
«Me ayudó gente de mi oficina. Llenamos tres carros del Carrefour y los llevamos a quemar», afirma ante la sorpresa de los interrogadores.
Marjaliza asegura que le entró «el pánico» y metió «todo lo que pillaba». «No deje nada, dejé lo poquito que tienen ustedes».
Granados avisó a Marjaliza a comienzos de septiembre de 2014 después de que un guardia civil le dijera en una conversación «con muchas copas» que investigaban «a un empresario de Valdemoro que tiene su oficina en Pinto».
«Blanco y con asas«, le indicó Granados, quien le animó a romper «cualquier cosa» que tuviera sobre una relación de años, pues empezaron a trabajar juntos cuando el político era alcalde de Valdemoro.
Una relación que era tan estrecha que cuando Granados era consejero de Transportes de Madrid y posteriormente consejero de Presidencia, Marjaliza entraba allí sin ningún problema.
«No me registraban en la Consejería, entraba directamente», expone al juez.