Más ideología y menos economía. Este es uno de los lemas que un sector del Partido Popular, encabezado por Esperanza Aguirre, abandera desde que el PP comenzó a perder votos en las últimas elecciones europeas. Hoy, con unas nuevas elecciones generales a la vuelta de la esquina, insiste en el mensaje: «Echo de menos un discurso más ideológico, que no sea sólo económico». Así de contundente se ha mostrado la portavoz del Grupo 'popular' en el Ayuntamiento de Madrid en el desayuno informativo organizado por Estrella Digital este miércoles.
Aguirre ha asegurado que España «todavía está inmersa en una dura crisis económica». Y aunque ha reconocido que es «probable» que lo «peor de la crisis ya haya pasado», también ha insistido en que la «recuperación está siendo muy lenta». «Ahí están las cifras del paro, que siguen siendo alarmantes, para recordárnoslo», ha espetado la 'popular', que ha pedido al próximo gobierno que en la próxima legislatura haga reformas de las que «nadie quiere hablar» en época electoral, pero que son necesarias: como en el sistema de pensiones, la Sanidad o la Educación.
Aún así, Aguirre es de las que piensan que la crisis económica ya no es el principal problema de este país. «España está inmersa en una crisis de más hondo calado, que es la crisis del sistema político que nació con la Constitución de 1978». Por eso, la exdirigente 'popular' cree que ha llegado el momento de revisar el proyecto político del Partido Popular, que no se revisa desde los años 90. Aunque no es la única. En el PP existe un sector que está convencido de que hablar sólo de economía en la campaña electoral no es todo lo efectivo que desearían y reclaman más ideología. «Todos los partidos necesitan tener un relato que atraiga a los ciudadanos también emocionalmente. Que les lleve más allá del si el PIB sube o baja».
Según estos 'populares', centrarse en la economía está dejando al PP lejos de los resultados deseados. Hoy el PP se ha marcado como objetivo los 130-135 escaños para poder volver a gobernar. Aguirre cree que el objetivo debería de estar en los «176 escaños», pero admite que con el nuevo 'cuatripartidismo' surgido en el últimos años es «muy difícil calcular los escaños». Aguirre es de las que piensan que el compañero de viaje de Rajoy tras el 26J debería de ser Albert Rivera. «A mí me gustaría que el PP subiera sin que bajara Ciudadanos. Y si no sumamos mayoría me gustaría llegar a un acuerdo con el PSOE», ha aclarado la portavoz 'popular', que también ha insistido en que le gustaría que el PSOE «volviera a la etapa socialdemócrata de Felipe González».
El «peligro del populismo comunista»
Y eso que su relación con el PSOE en el Ayuntamiento de Madrid no está siendo tan buena como a ella le gustaría. La portavoz 'popular' está convencida de que el PSOE finalmente gobernará con Carmena, o al menos ese es el objetivo de la portavoz socialista, Purificación Causapié, según Aguirre. «Causapié está de rodillas, no ante Manuela Carmena, sino ante Pedro Sánchez para que le deje entrar ya en el gobierno» municipal madrileño.
Aguirre ha vuelto a recordar este miércoles la oferta que le hizo tras las elecciones municipales del pasado mayo a Antonio Miguel Carmona, el entonces portavoz del PSOE al Consistorio madrileño. «Nosotros le ofrecimos el gobierno», ha insistido Aguirre, que ha vuelto a reconocer que su vuelta a la política sólo estuvo motivada por su temor a que Podemos pudiera gobernar. «Fracasé y ahí está Podemos», ha lamentado la 'popular'.
Para Aguirre, el principal peligro para la democracia es ahora el “populismo comunista”. “El sistema político está amenazado por los secesionistas y por los comunistas populistas”, ha insistido la política 'popular', a quien le preocupa el auge de la doctrina de Podemos. Aguirre ha apuntado directamente a la “irresponsabilidad de unos ciudadanos mal informados”, que –ha dicho- “no se dan cuenta de la trascendencia” de sus acciones. “Que el comunismo y el populismo bolivariano sea un atractivo para la juventud me parece un peligro. El resto tenemos que desenmascararlo”, ha sentenciado.
Corrupción en el PP de Madrid
Según Aguirre, una de las causas de la crisis que existe en nuestro sistema político actual es la llamada «partidocracia»: la acumulación de poder en las cúpulas de los partidos, que «tiene como consecuencia el distanciamiento de los políticos respecto a los ciudadanos». Aunque también la corrupción. «Yo no me he llevado ni un duro. No hay nadie que piense que yo soy corrupta», ha asegurado Aguirre en relación a la declaración del constructor David Marjaliza sobre el funcionamiento de la trama Púnica ante el juez Eloy Velasco. Una declaración que Aguirre dice que le produce «bochorno, vergüenza e indignación», aunque ha aclarado que procede «de uno de los, presuntamente, principales delincuentes de la trama Púnica».
La dirigente 'popular' ha asegurado sentirse «responsable, concernida y traicionada» respecto a todos los casos de corrupción en los que se han visto implicados antiguos cargos en el PP madrileño. «Yo le puedo decir que sí he asumido mi culpa eligiendo y vigilando; propuse al secretario del partido (en referencia a Francisco Granados), donde el PP no había gobernado nunca, en el cinturón rojo, con una formación académica muy sólida, pero las apariencias hacen pensar que está acusado de cosas muy graves, el juez debe tener evidencias para mantenerlo en la cárcel tanto tiempo», ha zanjado Aguirre.
Elsa S. Vejo