«El cambio no tiene intermediarios, el cambio es decir sí a la papeleta del PSOE«. Así de contundente se ha mostrado el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en un acto multitudinario celebrado este domingo en Madrid que ha servido para dar el pistoletazo de salida a la campaña de los socialistas de cara a la repetición electoral del próximo 26 de junio.
Arropado por casi todos los 'barones' autonómicos -esta vez el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, sí ha acudido al acto para apoyar al secretario general- y del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y los exsecretarios generales del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba y Joaquín Almunia, Sánchez ha desgranado las razones por las que la ciudadanía debe depositar su confianza en las urnas por el PSOE y ha ofrecio «diálogo» a las fuerzas que le vetaron en su fallida investidura del pasado mes de marzo.
Pese a que el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno ha pasado página y ya no piensa en lo que «pudo ser», se ha referido a los cinco meses de negociaciones infructuosas y ha afirmado que entendió el mensaje de las urnas el pasado 20 de diciembre: «Que había que abandonar el 'y tú más', hablar de soluciones y no de sillones, de lo que une y no de lo que divide. Y que había que acordar con el distinto, y eso fue lo que hizo el PSOE».
Por ello, Sánchez ha prometido que si resulta victorioso el 26J su gobierno será «generoso, todo lo que no fueron conmigo«. También ha rechazado que los comisios del 26 de junio sean una segunda vuelta a pesar de que los candidatos a la Moncloa son los mismos, aunque los ciudadanos ya saben quiénes han trabajado «para el cambio» y quiénes mantienen «bloqueado» España, en clara alusión a Podemos. «Lo pagarán en las urnas» ha apostillado.
También ha querido dejar claro que su proyecto se llama socialdemocracia, frente al de Rajoy, que «se llama Rajoy». A su juicio, la socialdemocracia es la solución frente «al inmovilismo y la intransigencia», que ha considerado «dos caras de un mismo problema, que es el bloqueo».
Sánchez ha planteado las próximas eleciones como un plebiscito por el cambio y ha defendido que, aunque el cambio no es «patrimonio exclusivo» del PSOE y que cuantas más personas se sientan identificadas con el gobierno del cambio «más poderoso» será ese cambio, «si no gana el PSOE, en España no habrá cambio» a partir del próximo 26 de junio.
«Decir sí al cambio va a significar decir sí a las grandes transformaciones que necesita España», ha proclamado Sánchez, quien también ha dejado claro que no quiere que le voten «por miedo ni por rencor», sino por la «ilusión» de hacer un país mejor, sobre todo para que la «clase media y trabajadora» a la que ha dicho representar.
Sánchez ha seguido desgranando los motivos por los que lso ciudadanos deberían votar al PSOE y ha insistido en su propuesta de reformar la Constitución «de forma más asidua», como en países como Francia o Alemania. Tampoco ha olvidado las leyes que en el pasado, con el PSOE en el Ejecutivo, se impulsaron y que tras cuatro años de gobierno 'popular' considera que han retrocedido de manera preocupante. Por ello, ha prometido reactivar la ley de la dependencia y la de igualdad e impulsar una reforma fiscal y una reforma constitucional que establezca, entre otros asuntos, que la sanidad es un derecho fundamental, y que hará de España «un país de acogida».
Quiere asimismo un «gobierno de la honradez intransigente», que lidere un gran acuerdo para regenerar la vida democrática y que promueva un cambio en el modelo territorial hacia el Estado federal. «Frente a los que reivindican el derecho a decidir para separarse, los socialistas vamos a reivindicar el derecho a convivir unidos», ha advertido en alusión a Cataluña.
Samuel Jiménez | EFE