El ministro del Interior en funciones y candidato del PPC a las generales, Jorge Fernández Díaz, se ha preguntado hoy si la «nueva CDC» consiste en «pagar el local a los okupas» e «invitarles a la fiesta», en alusión a los conflictos en el barrio de Gràcia que ha alertado de que podrían «cronificarse».
La Fiscalía abrió una investigación para averiguar si el exalcalde de Barcelona Xavier Trias (CDC) cometió un delito de malversación por pagar con fondos del consistorio, durante un año, el alquiler del «banco expropiado» en el barrio de Gràcia, cuyo desalojo hace una semana está generando múltiples disturbios.
En su intervención en una comida-coloquio organizada por el Círculo Ecuestre con motivo de las próximos comicios, Fernández Díaz ha hecho hincapié en las «singularidades» y «contradicciones» de la política catalana, como que la Generalitat «dependa de un partido como la CUP» y que «los antisistema gestionen el sistema».
El ministro ha tirado de ironía al valorar la actitud en la gestión del llamado «banco expropiado» por parte del anterior ejecutivo municipal de Convergència, haciendo alusión entonces al proceso de refundación que vive el partido liderado por Artur Mas.
«¿La nueva CDC en qué consiste, en pagar el local a los okupas? Hemos dado un salto cualitativo muy significativo. Una cosa es no hacer lo que tienes que hacer y hacer dejación de la autoridad en relación a los que hacen de la desobediencia a la ley su norma de conducta y quieren imponer su voluntad por la vía de la fuerza, y otra encima es invitarles a la fiesta y pagarles el alquiler», ha aseverado.
El ministro se ha mostrado «muy preocupado» con los disturbios en Barcelona en la última semana, porque «pueden cronificarse» y la capital catalana «tiene un potencial demasiado importante como para que pueda instalarse fácilmente que es la capital de los antisistema», lo que sería «dramático».
En todo caso, ha defendido a los Mossos d'Esquadra y su Brigada Móvil (Brimo) antidisturbios, una «magnífica policía» que «está gestionando una situación compleja y delicada», por lo que tienen todo su «apoyo, respeto y solidaridad».
EFE