El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, ha dicho este lunes que «no es fácil» que se conceda el indulto al exconcejal de Jaén en Común (JeC) Andrés Bódalo, en prisión desde el 30 de marzo, porque su caso no reúne «los informes favorables ni los requisitos» para tomar una decisión así.
Catalá ha hecho estas afirmaciones en el programa 'El Cascabel' de 13 TV en referencia al caso del exconcejal y sindicalista Andrés Bódalo, condenado a tres años y medio de cárcel por una agresión a un edil socialista de Jódar (Jaén) y para quien el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) -del que forma parte- ha solicitado el indulto.
«No es fácil la concesión de indulto y no porque a mí o al Gobierno nos parezca mejor o peor, sino porque (en este caso) no concurren los requisitos que tiene que haber en una concesión así», ha explicado Catalá, quien ha recordado, además, que el Ejecutivo actual está «en funciones» y hay decisiones como ésta que «no se pueden hacer».
Ha dicho además que se debe tratar de dar «un uso razonable y proporcionado» al indulto y que para concederlo el indultado debe reunir algunos requisitos imprescindibles como que existan informes favorables del tribunal, del fiscal, del perjudicado o perjudicados -si los hay-, de Instituciones penitenciarias -si está en prisión- y que lo pida el interesado.
Según el titular de Justicia, Andrés Bódalo no reúne todos esos informes favorables y por eso ha afirmado que «no es fácil» que se le conceda el indulto.
Por otro lado, Catalá se ha mostrado partidario de «reordenar» la próxima legislatura la independencia del Poder Judicial para que haya «tiempos de separación» de funciones para los jueces, de manera, ha dicho, que «si un juez se quiere dedicar a la política tenga libertad de hacerlo como los demás ciudadanos, pero que no vuelva a la Justicia, porque habrá perdido la independencia, que es un principio de la función judicial»
«La Justicia es como un gran ferrocarril en el que algunos vagones tienen problemas y hay que arreglarlos», ha admitido Catalá, que ha reconocido la lentitud del sistema judicial debido a la «mala información» con la que se trabaja.
Este problema hace, ha continuado, que muchos procedimientos se archiven al cabo de los años con el consiguiente perjuicio y hasta descrédito para quienes han sido acusados de un delito que luego resulta no serlo.
Según Catalá, por la Administración de Justicia pasan cada año 8,5 millones de asuntos -alrededor del 70% de ellos procedimientos «sencillos»- y ha admitido que la manera en que se tramitan ahora «se parece más a una oficina administrativa del siglo XIX que a una Administración del siglo XXI».
Y se ha lamentado de que esto suceda así porque «en el Ministerio ha habido mucho interés por mejorar las leyes y a la gestión se le ha mirado poco».
Por ello ha opinado que la próxima legislatura será «una magnífica oportunidad para pegar el empujón que necesita la Justicia» y para modernizarse y ha asegurado que otros partidos coinciden en esa opinión.
EFE