El presidente catalán, Carles Puigdemont, ha descartado este miércoles cerrar un «pacto previo» con la CUP u otros grupos antes de la moción de confianza que prevé para la segunda mitad de septiembre y se ha decantado por hacer entonces una propuesta de programa de gobierno al conjunto del Parlament.
«No iré a la cuestión de confianza con un pacto previo con la CUP, eso no toca, esto es serio», ha afirmado Puigdemont en una entrevista en 8TV, en la que ha recalcado que el conjunto de los diputados decidirán si continúa la legislatura o, en cambio, Cataluña se dirige hacia unas nuevas elecciones anticipadas.
Al ver que la CUP no retiraba la enmienda a la totalidad a los Presupuestos, el presidente catalán decidió este pasado fin de semana el plan B de la cuestión de confianza, un mecanismo que ha dicho que necesita para «esclarecer la legitimidad» de su cargo.
Tras el fracaso de los Presupuestos por la enmienda a la totalidad de la CUP, Puigdemont se ha mostrado «decepcionado» y «enfadado» con este partido, aunque no ha querido repartir «carnés de culpabilidad» ni arrepentirse del pacto con los antisistema.
Con la promesa de que «no le temblarán las piernas ante las dificultades», Puigdemont ha defendido que la moción de confianza en septiembre es para garantizar «que el proceso se culmina», porque él no tira «la toalla» pese a los que, como la CUP, tienen «decisiones matizadas o que mutan».
El presidente de la Generalitat ha dicho que no se arrepiente de haber suscrito el acuerdo con la CUP, pero ha admitido que si le hubieran propuesto la presidencia de la Generalitat con un acuerdo que «iba a mutar» no lo habría aceptado.
Aunque ha indicado que «no es momento de reproches» ni de buscar «culpables absolutos», ha afirmado que se siente «decepcionado» y «enfadando de una manera serena» por la actitud de la CUP.
En este sentido, ha dicho que la CUP debería hacerse «muchas preguntas» sobre la «dimensión del error», que ha provocado «caras de alegría real de representantes de Ciudadanos y del PP».
El presidente catalán ha explicado que se le dio la opción a la CUP de negociar los presupuestos antes de presentarlos, pero los antisistema prefirieron esperar a que se llevaran al Parlament, por lo que «no es aceptable» que reprochen ahora al Govern que no les mostraran el proyecto antes.
El exalcalde de Girona ha dicho que no quiere «repartir carnés de culpabilidad», aunque ha criticado a todos los grupos de la oposición por su «ejercicio de cinismo» de criticar y a la vez impedir una herramienta «indispensable» para un Govern como son los presupuestos.
EFE