Las posiciones políticas no han variado. Los candidatos tampoco. Los mensajes electorales mucho menos aún. Los programas son los mismos, salvo alguna excepción tipo 'catálogo de Ikea'. Sin duda alguna, la única novedad de esta campaña electoral era el debate televisado. El único de esta contienda. Y en este caso, los seis meses que han pasado desde el pasado 20 de diciembre sí han supuesto importantes diferencias. Quizás la más evidente, el número de candidatos. Pero sin duda no ha sido la única.
El acceso de la prensa a las bambalinas del debate ha sido mucho mayor que en la anterior ocasión. El pasado 14D fue complicado hasta ver la llegada de los dos candidatos a la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión. Muchos periodistas se jugaron la posibilidad de subir al habitáculo reservado para la prensa porque todo eran problemas. Faltaba espacio. De hecho, el problema se repitió al finalizar el debate. Acceder a los candidatos se convirtió en una misión imposible. En esta ocasión, todo han sido facilidades. Y gracias a ello, un grupo reducido de periodistas hemos podido ver por primera vez en la historia de los debates electorales asesorar al presidente del Gobierno durante una pausa publicitaria.
La nueva ubicación ha sido clave para ello. El Palacio Municipal de Congresos de Madrid cuenta con el espacio suficiente para albergar un evento de estas características. En esta ocasión, la distribución ha sido la siguiente. En la planta cero (photocall), en la primera planta (prensa), en la segunda (dos salas para invitados y los tres camerinos de los tres presentadores). En la tercera planta estaba ubicado el plató improvisado para la ocasión. Y en la cuarta varias salas destinadas a protocolo y producción de la Academia de TV, organizadora de este único debate electoral. La prensa también ha podido pasear por allí sin problemas. No como el pasado 14D, donde las salas VIP estaban vetadas a la prensa.
El único acceso restringido a los periodistas ha sido el plató, que normalmente suele ser el secreto mejor guardado. A él sólo han podido acceder los gráficos para realizar las fotos al inicio del debate. Sin embargo, desde la cuarta planta se ha podido ver a la perfección a los hombres que han susurrado al oído de los candidatos. En el debate del pasado 14D sólo estaba permitido que en las pausas publicitarias entrara un asesor por candidato. Entonces entró Moragas para asesorar a Rajoy y Óscar López en el caso de Pedro Sánchez.
En esta ocasión, Estrella Digital ha podido comprobar que los asesores que han accedido a los candidatos han sido más. En el caso de Rajoy, todo el séquito que le ha acompañado al debate de este lunes ha tenido acceso a él en las pausas publicitarias. El líder del PP ha salido fuera del plató para estirar las piernas mientras su jefe de Gabinete, Jorge Moragas; su 'gurú' demoscópico, Pedro Arriola, y su secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez de Castro, le daban algunos consejos.
Los séquitos que acompañan a los candidatos también suelen captar la atención mediática. En esta ocasión ha habido tres importantes novedades. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no sólo ha llegado acompañado por su mujer, Begoña Gómez, (a quien no ha soltado la mano) y sus dos colaboradores más cercanos (César Luena y Óscar López), sino que en esta ocasión también le acompañaba su hermano David, que es director de orquesta. Los hombres que han estado asesorando a Sánchez en la pausas publicitarias han sido López y Luena.
En el caso del PP, la novedad ha sido Pedro Arriola. El sociólogo de referencia de Rajoy no acudió el pasado 14D, pero sí lo ha hecho en esta ocasión que su jefe se enfrentaba a un debate con el que hasta hace pocos meses consideraba «un friki» (Pablo Iglesias). Junto a Rajoy también ha estado su asistente personal Sergio Ramos.
En el caso de Podemos y Ciudadanos, sus líderes también se han rodeado de su círculo de máxima confianza. Pablo Iglesias ha estado acompañado de siete personas, entre ellos, Íñigo Errejón, Rafael Mayoral, Irene Montero y su jefa de prensa, Laura Casielles. Albert Rivera ha estado flanqueado por José Manuel Villegas, número cuatro de Ciudadanos al Congreso; por el secretario de Comunicación, Fernando de Páramo; su jefa de Gabinete, María Castiella y su jefe de prensa, Daniel Bardavío. En el caso de Ciudadanos, Villegas y De Páramo han sido los encargados de asesorar al líder.
La escenografía tampoco ha tenido nada que ver con la del pasado 14D. La organización del debate ha corrido a cargo de la Academia de Televisión. Sin embargo, su puesta en escena ha sido muy parecida a la que organizó Atresmedia el 7D. En esta ocasión, el presidente de la Academia de la TV, Manuel Campo Vidal, no ha sido el moderador del duelo, sino que ha habido tres periodistas encargados: Ana Blanco, Vicente Vallés y Pedro Piqueras. La puesta en escena, de pie y con un atril, también ha sido una novedad respecto al del pasado 14D.
En los 'looks' elegidos por los candidatos también se han podido ver diferencias. Rajoy y Sánchez han vuelto a apostar por una corbata azul y otra roja, respectivamente, mientras que los representantes de las nuevas formaciones han apostado por un atuendo más informal. ¿Vieja política versus nueva política? Albert rivera ha apostado en esta ocasión por prescindir de la corbata. Iglesias ha vuelto a prescindir de corbata y americana. Eso sí, esta vez ha abandonado el color azul, y ido de blanco. Probablemente el sudor haya tenido mucho que ver en esa elección.
Y qué decir de la meteorología. El 14D, los candidatos fueron recibidos por un buen chaparrón. Esta noche el calor ha imperado. Es posible que el tiempo haya favorecido la presencia de manifestantes a las puertas del Palacio Municipal de Congresos. Los abucheos han protagonizado la entrada de los candidatos. Un grupo de manifestantes de RTVE han complicado la llegada de Rajoy a su primer debate a cuatro.
Elsa S. Vejo