El 80% de los españoles y españolas han declarado al CIS que su preocupación es el paro y la economía. El primer bloque del debate no respondió especialmente a esa expectativa; una retahíla de números ha sustituido a la propuesta; el frente contra el optimismo de los números de Rajoy no expresó la misma contundencia formulando ideas
La bajada de impuestos centra la reflexión económica. El PP y Ciudadanos, en este caso, han propuesto bajadas que, probablemente, no podrán cumplir y han seguido defendiendo que ello aumentará la recaudación, algo que nunca se ha producido, en ningún país. Rivera, Iglesias y Sánchez insistieron en el fraude fiscal como alternativas.
Sánchez ha reprochado a Rajoy que esa propuesta esconde “una gran mentira o un gran recorte”. Por su parte, Iglesias ha basado su idea en que “los de arriba no pagan” y ha desgranado una catarata de aumentos impositivos. Eso ha servido a Rivera para apoyar su estrategia y los reproches que le ha lanzado, a golpe de portadas de diarios y de tuits sobre Grecia.
PSOE y Podemos proponen subidas de gasto –especialmente en sanidad, educación y propuestas sociales-. Sánchez ha presumido de socialdemócrata y ha reprochado a Iglesias que solo le preocupen los espías, en referencia a los puestos que pedía Iglesias en la anterior investidura.
El líder socialista ha puesto en valor el perfil social de los contenidos de su investidura. Pero ha asegurado que “la intransigencia del señor Iglesias bloqueó su propio programa electoral”. “Antes de tenderme la mano, debe soltar la del Señor Rajoy”. “Se equivoca de adversario”, le ha respondido Iglesias.
Como Syriza en 2015
El gasto que se propone no se justifica en ingresos, un reproche que ha puesto sobre la mesa Albert Rivera. Especialmente en el caso de Podemos, que promete aumentar en 15.000 millones el gasto anual, propuesta igual que la de Syriza en 2015. Iglesias se ha apoyado en “algunos en el sur de Europa”, en referencia a Italia y Portugal, con cita incluida a Obama. Rajoy, por su parte, ha afirmado que su gasto social “se paga con empleo” y Rivera ha asegurado que el gasto es el que “se pueda pagar”.
Sobre el sistema de pensiones, el PSOE ha propuesto para financiar el modelo un impuesto de solidaridad. Propuesta que ha aceptado Iglesias. Rajoy ha citado su experiencia e insistido en que han aumentado el numero de personas trabajando que sostienen a los pensionistas. Rivera, sin embargo, ha afirmado que la mala calidad del empleo hace que este aumento no sea suficiente para salvar el sistema.
Rivera ha subrayado el Pacto Nacional por la Educación como base para generar la economía del conocimiento, sin referencias a su coste económico, sino a contenidos ideológicos, y ha reprochado a Iglesias la creación de “bandos” en materia educativa.
Reformas laborales
En materia de empleo, en cuanto se formula la pregunta, los candidatos aluden a abstracciones y autónomos. Iglesias y Sánchez han hablado de derogar reformas laborales y Rivera de un contrato estable. Rajoy se ha apuntado a crear dos millones de empleos. Todos parecen fiar la creación de empleo al resultado del crecimiento económico o de políticas de gestión pública.
En realidad todos, con distintas reflexiones, con cifras o sin ellas, vienen a proponer que al final de la legislatura los españoles hayan recuperado todo el empleo perdido en la crisis. Un gesto de buenismo que se agradece, pero que difícilmente parece justificarse en las propuestas del programa.
Pedro Sánchez ha cerrado el bloque de políticas sociales. Ha afirmado que “antes de recuperar derechos sociales, Iglesias propone otros derechos hoy conocidos: el derecho a decidir. Ahora queda claro. “Nuestro aval -le ha respondido Iglesias- son los gobiernos del cambio de las grandes ciudades”.