El hermano de Thomas Mair, el hombre al que los medios británicos apuntan como presunto asesino de la diputada británica Jo Cox, ha confirmado que su hermano sufría “una historia de enfermedad mental”, según recoge el diario “The Telegraph”.
Mair había recibido ayuda por sus problemas mentales y su hermano no se explica por qué atacó a la diputada. “Mi hermano no es violento y no es, para nada, político. Ni siquiera sé a quién vota”, ha explicado a ‘The Telegraph’.
El asesinato de la diputada británica, del Partido Laborista y activa defensora de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, ha sacudido al país que se encontraba sumido en una intensa campaña por el Brexit.
El partido Britain First, la consigna que, según algunos testigos, gritó el asesino antes de disparar a Jo Cox, ha asegurado que Mair no tenía ninguna relación con la formación y condenó el asesinato de la diputada laborista.
El presunto asesino era natural de Escocia y vivía solo desde hacía 20 años en Birstall, tras la muerte de su madre y de su abuela. Según sus vecinos, Mair no trabaja ni tenía coche y explicaron que hacía labores de jardinería para vecinos del pueblo, según recoge el ‘Telegraph’.
Tres meses de acoso
La policía británica estaba a punto de incrementar la seguridad de Jo Cox después de recibir mensajes de acoso durante tres meses, según informes policiales citados por el diario 'The Times'.
Las autoridades británicas preparaban seguridad 'extra' en la residencia de la diputada, un barco atracado en el río Támesis, y en su distrito electoral, pero no llegaron a ponerla en marcha. «La policía estaba preparando un refuerzo de seguridad para el barco en el que residía, pero se retrasó por razones burocráticas», según explican personas cercanas a la diputada citadas por el mismo diario. «No era el tipo de persona que se preocupa por su seguridad», según esas mismas fuentes. Sin embargo, su oficina intentó convencerla de aumentar su seguridad.
La policía tiene identificado al hombre que estuvo enviándole «mensajes maliciosos» pero no se trata de Thomas Mair, el hombre que atacó a Cox ayer provocando su muerte.
Despedida de su marido
El marido de Jo Cox, Brendan Cox, también activista por los derechos humanos y que hacía una activa campaña por la permanencia del Reino Unido en la UE, publicó un comunicado tras conocerse su muerte en el que urgía a «combatir el odio que la mató».
«Jo creía en un mundo mejor y luchó por el cada día de su vida con energía y un amor por la vida que dejaría exhausta a la mayoría de gente», ha explicado Cox. «El odio no tiene credo, raza o religión, es venenoso». «Ella habría querido por encima de todo que ahora ocurriesen dos cosas: una, que nuestros preciosos hijos sean colmados de amor y dos, que todos nos unamos para luchar contra el odio que la mató», recoge el comunicado.
Poco después de que falleciera su esposa, Brendan Cox difundió una imagen de su esposa en el lugar en el que vivían:
— Brendan Cox (@MrBrendanCox) 16 de junio de 2016
Paula Pérez Cava