El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha negado que su partido ponga «líneas rojas» para apoyar una hipotética investidura de Mariano Rajoy y ha pedido al PSOE que «deje de jugar al escondite» y decida «sin miedo» y con «responsabilidad» si permitirá un Gobierno del PP.
Ortuzar, en declaraciones en los cursos de verano de San Lorenzo de El Escorial, ha recordado que el PNV sólo tiene cinco diputados en el Congreso y que la gobernabilidad de España no puede depender, de momento, de un partido «chiquito» como el suyo, sino del PSOE que sí es decisivo y tiene los votos suficientes para hacer presidente a Rajoy.
El PNV acudirá mañana a la reunión con Rajoy en el Palacio de la Moncloa con ánimo de «escuchar» lo que el presidente del PP quiere ofrecer y sin ninguna «pretensión» porque primero se tienen que decidir otros partidos como el PSOE después de los resultados «tozudos» de las pasadas elecciones.
«Es inevitable que el PSOE deshoje la margarita ya«, ha insistido Ortuzar que ha recordado que sólo hay dos alternativas, o un Gobierno del PP o unas terceras elecciones, ante la falta de opciones de un Ejecutivo de las fuerzas de izquierda.
Para el dirigente nacionalista, la «ironía del destino» es que es el PSOE el que tiene la «llave» del futuro político de España y por eso debe actuar «con la máxima responsabilidad y sin miedo».
Ortuzar ha negado de forma tajante que su partido trate de imponer «líneas rojas» al PP, como el acercamiento al País Vasco de los presos de ETA, aunque ha reconocido que ese punto forma parte de la llamada «agenda vasca» y que, si llega el momento de ser determinantes, no la esconderán en la negociación.
«Hombre, entenderán que tenemos que hablar de lo nuestro», ha remarcado Ortuzar, quien ha explicado que dentro de esa «agenda vasca» se incluye el autogobierno, medidas para la reactivación económica y medidas «para afianzar la paz y la convivencia».
Según el presidente del PNV, es posible poner en marcha otra política penitenciaria sin reformar el Código Penal aunque derogando las «leyes de excepción» que nacieron en «épocas excepcionales» y que, en su opinión, no tienen sentido que existan una vez que ETA ha dejado de matar.
«Al Gobierno español no le pedimos que retuerza la ley, ningún ejercicio de privilegio para los presos de ETA, queremos que tengan el mismo tratamiento que cualquier otro preso», ha remarcado.
EFE