miércoles, septiembre 25, 2024
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Cuando decir «sí» a Sánchez es un «ya veremos»

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Aunque hay quien piensa que Rajoy está esperando a que pasen cosas decisivas en el Comité Federal del PSOE de este sábado, el 'souflé' se está desinflando a ojos vista. El cruce de declaraciones de los barones y dirigentes del partido en las que se abría el abanico a una posible abstención se quedará en eso, en opiniones que no irán a ningún sitio, al menos por el momento. Las fuerzas que acabarán chocando siguen postergando el debate al momento que se consideren más fuertes.

Los socialistas optarán este sábado por la línea oficial de la ejecutiva de Pedro Sánchez: no habrá apoyo a Mariano Rajoy en su investidura; tampoco una abstención que permitiera al actual presidente en funciones formar un gobierno.

De hecho, fuentes de Ferraz auguran una “unanimidad” en esa posición y no esperan un gran debate este sábado, aunque han tenido que lidiar con él durante toda la semana, especialmente este jueves, cuando el expresidente del Gobierno Felipe González ha pedido al PSOE que negocie con el PP y “no obstaculizar” la constitución de un nuevo Gobierno.

Una postura que pone de manifiesto dos formas de concebir el papel del PSOE. Por un lado, la de los veteranos socialistas y barones, como González, el valenciano Ximo Puig o el extremeño Guillermo Fernández-Vara, que piden una abstención para dar paso a un gobierno del Partido Popular. Y por otro lado, Sánchez y su Ejecutiva, que prefieren mantener firme la postura de que no habrá facilidades para Rajoy bajo ningún concepto. Incluso hay socialistas, como la presidenta balear Francina Armengol, que han abogado por que Pedro Sánchez intente formar gobierno si Rajoy fracasa, una opción que descartan la mayor parte de los socialistas, alguno con el calificativo de «descabellada».

El expresidente González coincide con la ejecutiva actual en defender que sea Rajoy el que consiga “que se produzca pronto una investidura y, si está en condiciones de hacerlo, un Gobierno capaz de tomar decisiones”. Los socialistas quieren que sea Rajoy el que se haga cargo de lo que se viene encima: recortes impuestos por Europa y difíciles decisiones políticas, tanto nacionales como internacionales, don los durísimos ajustes que va a exigir Bruselas en esta legislatura.

Y mientras, que el PSOE se reorganice. De hecho, fuentes internas apuntan a que puede ser una buena oportunidad de tomar ventaja al Partido Popular, de modo que mientras el Gobierno de Rajoy lidia con las negociaciones que le exigirán el nuevo gobierno y sus propios cambios internos, al PSOE le dará tiempo a renovarse para hacer frente a Rajoy. 

El actual presidente en funciones tendrá que llevar a cabo cambios internos que le reclaman desde sus filas desde hace tiempo y, a la vez, lidiar con un Parlamento que no se lo pondrá fácil y una Unión Europea que le impondrá nuevos recortes. Una circunstancia muy favorable para los socialistas, que tendrán tiempo de reforzar un partido que ha cosechado los peores resultados de su historia en apenas medio año.  

Los críticos quieren a Sánchez fuera

Aunque los dirigentes socialistas coinciden en que el partido necesita pasar a la oposición para reorganizarse en profundidad, no todos quieren que sea de la misma manera. Según pasan las distintas citas, los considerados críticos con la actual ejecutiva añaden que es necesario que esa “reconstrucción desde dentro” sea cuanto antes y, sobre todo, con Pedro Sánchez fuera de la secretaría general.

Para el sector contrario al actual secretario general, es necesario que Pedro Sánchez y su ejecutiva salgan de la dirección del partido cuanto antes para que el partido pueda reorganizarse. De hecho, hay fuentes que indican que está en marcha una operación para convocar cuanto antes el Congreso Federal en el que Eduardo Madina tendría muchas opciones.

El -esta vez sí- diputado socialista no ha mostrado públicamente sus intenciones, aunque no se ha cortado en criticar los resultados electorales y atacar frontalmente a una línea argumental de Ferraz. «El PSOE no puede conformarse con ser el primer partido de la izquierda», aseguraba, con contundencia Madina. Sin embargo, no ha querido calentar más el ambiente previo al Comité Federal y ha guardado un respetuoso silencio al recoger su acta de diputado este jueves.

Y en Ferraz no quieren ni oir hablar de un cambio interno. Zanjan el asunto con la excusa del calendario de formación de Gobierno. “Hay que ir quemando etapas” tanto para la formación de Gobierno como para la remodelación interna del partido, explican fuentes internas de la actual ejecutiva. 

Esa calendarización de las decisiones impide hablar de distintos escenarios de manera oficial aunque los socialistas sí que coinciden en que una tercera convocatoria electoral sería devastadora para ellos, aunque creen que sería aún peor para los nuevos partidos. «El PP ganaría muchos apoyos y probablemente también el PSOE, aunque no sería suficiente para ganar», explican fuentes de Ferraz. 

Mientras, Rajoy sigue con la ronda de contactos con todos los partidos menos con el PSOE, al que aún no ha llamado pese a ser el primer partido al que dijo que llamaría. Todos dan por hecho que la llamada se producirá tras el Comité Federal aunque, si las posiciones se mantienen, no habrá muchos avances. Pero en Ferraz «aún no están en ese escenario»…

Paula Pérez Cava

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