Varsovia acoge una cumbre de la OTAN “decisiva para la seguridad compartida” por el ambiente “desafiante de seguridad” en el que se encuentran los países de la Alianza Atlántica. Así ha descrito el secretario general de la organización supranacional, Jens Stoltenberg, la situación ante este encuentro de alto nivel con los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 países y que se celebra cada dos años.
Desde la última reunión, en Gales en 2014, “la OTAN ha implementado el mayor refuerzo de su sistema de seguridad colectiva” desde la Guerra Fría por las distintas amenazas y Varsovia será un paso más para afianzar esas posiciones en un ambiente de fragilidad en Europa. La posibilidad de una fragmentación tras el Brexit, la inabordable crisis de los refugiados -que dura más de un año-, los constantes ataques del DAESH y la incapacidad de hacer frente a la amenaza rusa van a centrar las reuniones que se celebrarán en la cumbre.
Aun así, el líder de la OTAN quiere vender Varsovia como un punto de referencia también en la relación de la Alianza con la UE, justamente en un momento crítico en el que el Reino Unido tiene un pie fuera del bloque. Stoltenberg ha anunciado que firmará un acuerdo con el presidente de la Comisión Europea, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude, “para fortalecer la cooperación”. “Estamos estudiando cómo mejorar nuestras respuestas en áreas como amenazas híbridas, ciberamenazas y cooperación marítima”, ha explicado Juncker.
Rusia sigue en el punto de mira
Pero la amenaza rusa continúa siendo una de las más tenidas en cuenta por los 28 países que forman parte de la Alianza Atlántica. Aunque Stoltenberg asegura que “la OTAN no quiere una nueva Guerra Fría”, los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN aprobarán el despliegue de cuatro batallones multinacionales en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia para la llamada amenaza este.
Una medida que se enmarca en uno de los ejes que de la cumbre: el fortalecimiento de la defensa y disuasión. “Queremos mandar el mensaje claro de que estamos aquí para proteger y defender a todos los aliados en un nuevo y desafiante ambiente de seguridad”. El mantenimiento del mensaje a Rusia tras el despliegue de la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad, liderada por España, precisamente en Polonia.
Pese a las advertencias a Moscú, Stoltenberg también ha anunciado que ya está en marcha una reunión a nivel embajadores del Consejo OTAN-Rusia tras la Cumbre de Varsovia. “Seguimos abiertos a un diálogo con Rusia. El Consejo OTAN-Rusia tiene un papel muy importante”, remarcaba el secretario general de la Alianza hace unos días.
Amenaza sur
Otro de los ejes de la reunión de líderes de la Alianza Atlántica es la proyección de estabilidad más allá de sus fronteras. Por eso la lucha contra el DAESH tiene un papel central en las previsiones de los líderes de la Alianza. Stoltenberg ya anticipó esta semana que la OTAN aprobará el despliegue de sus aviones AWACS de vigilancia y que compartirá la información con la Coalición Internacional de la que no forma parte como organización, aunque sí muchos de sus países, como España, que tiene desplegados unos 300 militares para entrenar al ejército iraquí. De hecho, el secretario general también ha puesto sobre la mesa la posibilidad de crear una nueva fuerza de entrenamiento en Irak.
En cuanto a la crisis de refugiados con la que Europa no logra hacerse pese a los acuerdos alcanzados con Turquía, la OTAN también tiene previsto “complementar” la Operación Sophia de la Unión Europea en el Mediterráneo, que lucha contra el tráfico de personas desde países como Libia. “Aumentaremos nuestra presencia en el Mediterráneo, basándonos en el éxito del Mar Egeo y trabajando con la UE, Turquía y Grecia”, ha explicado Stoltenberg en su intervención de apertura de la cumbre.
Otra de las previsiones fijadas es el mantenimiento del apoyo de la misión Resolute Support en Afganistán hasta, al menos, 2017 y seguir proporcionando apoyo a las tropas afganas hasta 2020.
Papel de España
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy -que acude acompañado del ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, y del de Exteriores, José Manuel García-Margallo- defenderá la aportación que hace España a la OTAN en tres aspectos.
Por un lado, la aportación de España a la Coalición Internacional contra el DAESH en Irak, con la intención de la Alianza Atlántica de crear una fuerza para ese cometido. Los 300 militares que tiene España en Irak, fundamentalmente en la base de Besmayah, se verán incrementados por el traslado a ese país de la labor de formación de las fuerzas iraquíes en materia de artefactos explosivos improvisados que actualmente desarrolla en Jordania. Esta medida fue anunciada por el ministro de Defensa, Pedro Morenés –que acude con Rajoy a la cumbre- en una reunión de ministros de Defensa de los socios de la OTAN este mes.
Pero además de la aportación contra el DAESH, España también será protagonista en Varsovia por la certificación de la nueva fuerza de acción rápida o «punta de lanza», que acaba de constituirse liderada por las Fuerzas Armadas españolas este 2016.
El nombramiento del secretario general de Política de Defensa, Alejandro Alvargonzález, como secretario general adjunto para Asuntos Políticos y de Seguridad, (número tres de la Alianza) también pondrá de relevancia las aportaciones de España a la organización.
Paula Pérez Cava