El hombre de nacionalidad marroquí que se entregó ayer a la Policía Nacional de Melilla confesando haber matado a su expareja, una joven de 22 años de nacionalidad española y residente en Oviedo, ha sido puesto esta mañana a disposición judicial.
El supuesto asesino ha llegado a la sede de los juzgados de Melilla en torno a las 10.45 horas de la mañana custodiado por dos agentes de la Guardia Civil. Previamente, otros dos agentes han entrado en los juzgados portando los efectos personales de la víctima, entre ellos la maleta con la que se disponía a viajar a la Península antes de ocurrir el suceso que acabó con su vida.
Según la Guardia Civil, el detenido, con antecedentes por violencia machista, había sido el novio de la víctima, que había llegado a Melilla hacía dos días junto al hijo de ambos y tenía intención de emprender hoy el viaje de regreso. Actualmente se encuentra en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil prestando declaración hasta su pase a disposición judicial.
El detenido, que no tiene residencia oficial en Melilla, se presentó de forma voluntaria en la Jefatura Superior de Policía de la ciudad para confesarse autor del crimen llevando en sus brazos a su hijos, el cual actualmente se encuentra a cargo de él los servicios sociales.
Este hombre había sido denunciado por violencia machista y tenía en vigor una orden de alejamiento sobre la víctima, en tanto la Guardia Civil desconoce por ahora cómo pudo producirse la aproximación y cita entre ambos.
El cadáver de la mujer fue encontrado en un aparcamiento cercano de la playa de La Hípica de la ciudad autónoma sobre las 7.50 horas de ayer por un ciudadano que estaba haciendo deporte por el Dique Sur. El instituto armado requirió la presencia de los servicios sanitarios, que certificaron que la mujer estaba muerta. La autopsia determinará cuál ha sido la causa del fallecimiento aunque la Guardia Civil cree que pudo ser estrangulada tras una discusión.