Al líder del PP, Mariano Rajoy, se le acaban las opciones. No habrá 'gran coalición', los nacionalistas (vascos y catalanes) no parecen dispuestos a facilitar ningún escenario de apoyo más amplio y el último cartucho que le quedaba al PP para presionar al PSOE (el apoyo de Ciudadanos) tampoco se producirá.
Todo apunta a que si Rajoy quiere volver a ser presidente del Gobierno lo será en un gobierno en absoluta minoría. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha informado a los medios de comunicación tras su encuentro con Rajoy en el Congreso de los Diputados que descartado su plan A (sentar en la misma mesa de negociación a PP, PSOE y Ciudadanos para formar un Gobierno «amplio, fuerte y constitucionalista»). Sólo queda la opción del plan B: un gobierno en minoría.
Esto significa que Ciudadanos ni entrará en el Gobierno del PP, ni alcanzará con Rajoy un acuerdo de legislatura, ni apoyará con un sí la investidura del actual líder del PP. La única opción que Rivera ha puesto sobre la mesa para evitar el bloqueó político y unas terceras elecciones es la posibilidad de una abstención.
Ahora bien, según ha advertido el líder de Ciudadanos, será una «decisión colectiva» que tomará todo el partido. Para ello, ha convocado para este miércoles a la Ejecutiva Nacional de Ciudadanos y decidir cuál será el sentido de su voto en la investidura que Rajoy espera que se debata ya a finales de julio o principios de agosto.
«Ciudadanos decidirá de manera conjunta el sentido de su voto en las dos votaciones», ha insistido Rivera en varias opciones. Esto significa que podría ser que Ciudadanos vote «no» en la primera votación, en la que Rajoy necesitaría una mayoría absoluta para salir adelante (176 escaños). Y finalmente se abstenga en la segunda votación en la que ya solo necesita una mayoría simple (más síes que noes).
Según Rivera, el objetivo de su partido ahora es pasar a la oposición y ejercerla de manera «dialogante y constructiva». «Será una legislatura compleja, pero se puede gobernar en minoría si todos somos responsables», ha advertido Rivera.
De esta manera, el líder de Ciudadanos incumple una de sus principales promesas de estos últimos meses.»Ni apoyaré, ni facilitaré ningún gobierno presidido por Mariano Rajoy», ha dicho en infinidad de ocasiones.
Oposición «responsable»
Este martes se ha intentado defender apelando a la responsabilidad que tiene con su electorado de evitar una tercera convocatoria electoral. Para ello, Rivera no organizará ningún equipo de negociación, ni pedirá nada a cambio de su abstención, puesto que según el líder de Ciudadanos las negociaciones se entablarán a lo largo de la legislatura donde Ciudadanos exigirá «cambios» que no ha especificado.
No ha habido ningún tipo de ofertas por parte de Rajoy (tampoco la Presencia del Congreso de los Diputados). Eso sí, el líder del PP se ha comprometido a enviar este miércoles a todos los partidos un programa de gobierno que Ciudadanos ha asegurado que estudiará.
Se abre así un escenario complicado para el Partido Popular, consciente de que con esta investidura 'in extremis' se podría dar salida a temas urgentes de ahora, como fijar el techo de gasto y aprobar los presupuestos generales para 2017, pero poco más.
Eso sí, para que este gobierno en minoría salga adelante será necesario también la abstención del PSOE. Y hoy, tras el Comité Federal del pasado sábado, parece complicado. La reunión de este miércoles entre Sánchez y Rajoy será determinante. El 'popular' esperaba llegar a este encuentro con el apoyo de Ciudadanos y Coalición Canaria y ejercer presión. Pero al final no será así. La presión que Rajoy ejercerá al PSOE será con la posible abstención de Ciudadanos, pero consciente de que ese gobierno con sólo 137 votos asegurados en el Congreso se antoja muy complicado. Se abre de nuevo un escenario incierto.
Elsa S. Vejo