El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, cree que un Gobierno en minoría, del PP, es «un buen punto de partida» y una «tremenda oportunidad» para cambiar las cosas, y ha pedido a populares y socialistas «sentido de Estado» para que pueda arrancar la legislatura.
Rivera, en los cursos de verano de la Universidad Complutense, donde ha impartido la conferencia «Una nueva política para España. Oportunidades y cambios», ha puesto en valor el «pasito» complicado que ha dado Ciudadanos para desbloquear la legislatura, al decidir abstenerse en la segunda votación de la investidura de Mariano Rajoy, si es que finalmente es propuesto por el Rey.
Pero no irá más allá -ha subrayado- porque no es el Gobierno que a Ciudadanos le gusta al no apostar por un proyecto de regeneración, pero «es el único posible».
Sin regeneración, ha recalcado, «no hay pactos posibles», una advertencia que lanza en el último día en el que los partidos negocian la composición de la Mesa del Congreso y en la que Ciudadanos, al que no le correspondería ningún puesto por los resultados que obtuvo en las elecciones, aspira a mantener los dos que tenía o al menos uno.
Si prospera el acuerdo que Ciudadanos negoció a dos bandas en la legislatura pasada, con el PP y el PSOE por separado, conseguiría tener esos dos representantes, aunque está descartado que el diputado naranja, Ignacio Prendes, que fue secretario de la Mesa en la pasada legislatura, sea el presidente de la Cámara.
Esta tarde Rivera reúne a su grupo parlamentario y espera tener ya cerrado el acuerdo del órgano de gobierno del Congreso.
Durante la conferencia, el líder de C's ha advertido al PP de que su partido no apoyará ni de forma «implícita ni explícita», a ningún Gobierno que no apueste por la regeneración y, por tanto, no participará «activamente» de ningún proyecto que no dé este giro.
Ahora bien, ha insistido en que la legislatura tiene que echar a andar para emprender las reformas y los cambios necesarios, emplazando al PP y al PSOE a que «rompan la guerra fría» que han mantenido durante los últimos treinta años.
Eso implica, ha subrayado, «cesión, negociación y generosidad, que no estamos viendo» -ha dicho- y, por contra, Rivera ha afirmado que Ciudadanos ha demostrado que sí tiene esa altura de miras al decidir una abstención «que no ha sido fácil» para su partido «cuando no es ni tu gobierno ni el gobierno que quieres».
«No podemos decir no a todo», pero una cosa es facilitar un gobierno para desbloquear la situación -ha precisado- y otra es entrar en él.
Porque Ciudadanos sigue sin querer que Mariano Rajoy se mantenga como presidente del Ejecutivo al considerar que no es la persona adecuada para afrontar una nueva etapa de reformas y regeneración política.
«No habrá estabilidad si no hay regeneración», ha subrayado Rivera, que se ve forzando cambios legislativos desde la oposición si finalmente Rajoy repite.
Por eso utilizará los 3,2 millones de votos que ha logrado en las urnas (32 diputados) para intentar llevar a cabo las cinco grandes «retos» que, a su juicio, tiene España para abrir una nueva etapa de modernización y regeneración, empezando por recuperar a la clase media y trabajadora para restablecer la estabilidad y luchar contra la desigualdad, que es «el caldo de cultivo del populismo».
La reforma de las instituciones es otro de los grandes ejes de Ciudadanos, que incluye cambios en la reforma electoral para que todos los sufragios cuenten igual, de la Constitución, la ley de partidos y la supresión de privilegios.
Reconstruir una Europa «mejor» es el tercer pilar de la propuesta de Ciudadanos ante desafíos tan graves como el Brexit o el terrorismo yihadista, y Rivera ha insistido en que España tiene capacidad, por su experiencia, para liderar en la UE la puesta en marcha de un pacto común contra el terrorismo.
Otro reto es también el nuevo escenario político en el que el bipartidismo ha sido superado, según Rivera, y en el que ahora hay que negociar desde los Presupuestos hasta la ley de educación o una reforma laboral.
Por último, Rivera ve urgente «modernizar» España y para eso hay que invertir, ha explicado, en innovación, ciencia, educación y cultura, y no hacer como ha hecho el Ejecutivo después de las elecciones -ha reprochado al PP- meter «un hachazo» del 90 por ciento a las ayudas a las 'start ups'.
También, en este sentido, ha criticado el anuncio del Gobierno de subir el impuesto de sociedades, que considera «pan para hoy y hambre para mañana».
EFE