Antonio Salvá, padre de uno de los dos últimos guardias civiles asesinados por ETA, ha dicho hoy que las víctimas «son como una piedra en los zapatos de los políticos», y ha criticado la falta de justicia, de ayudas y de reconocimiento por parte del Gobierno.
Junto a Antonio Salvá han participado en una mesa redonda en los cursos de San Lorenzo de El Escorial sobre «las víctimas ante los crímenes de lesa humanidad de ETA», el presidente de la Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo, Francisco Zaragoza, y el presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, José Vargas Rincón,
Salvá ha incidido en que molestan al Gobierno y ha subrayado: «no les gustamos», al tiempo que ha afirmado que espera que detengan al autor del asesinato de su hijo.
También ha dicho que no solo se considera víctima de ETA, sino también de ministerio de Interior y del Gobierno, y ha recordado que la semana viene es el aniversario del asesinato de su hijo y que no hay ningún programa para recordarles y reconocer su labor.
Por su parte, Francisco Zaragoza ha dicho que las víctimas del terrorismo «nos hemos atrevido a sobrevivir y por ello molestamos a los gobiernos», y ha añadido que se siente humillado por los medios de comunicación, ya que solo se hablan de los muertos y no de los heridos, que son, según ha dicho, «los grandes olvidados».
José Vargas Rincón ha señalado que ETA tenía que ser condenada por crímenes de lesa humanidad, y ha advertido de que Cataluña se está «batasunizando» como cuando ETA mataba en el País Vaco «Allí no se podía hablar de ellos y ahora, en Cataluña, está pasando lo mismo», ha remarcado.