El Senado de la XII legislatura ha echado a andar con una reforzada mayoría absoluta del PP, que ha tenido un gesto de «generosidad» con el PNV para que los nacionalistas vascos hayan podido conservar su puesto en la Mesa de la Cámara, que seguirá presidida por Pío García-Escudero.
Como sus resultados electorales no le permitían tener representación en la Mesa -en la corta legislatura pasada la tuvo porque el PSOE le cedió uno de sus puestos-, el PNV ha tenido que echar mano de la «generosidad» de otros grupos, y el PP ha sido uno de los que le ha prestado parte de los apoyos que necesitaba.
El portavoz del PP en la Cámara, José Manuel Barreiro, ha explicado a los medios que su grupo ha considerado que era importante y oportuno que existiera esa «pluralidad» y, «en esa dirección y con ese objetivo», han sido «generosos» con el PNV, que también ha contado con el respaldo de algún otro grupo.
Así las cosas, los socialistas se han visto relegados a la secretaría cuarta y no la tercera, que era la que tenían en la anterior legislatura.
Salvo por ese cambio de orden, se ha repetido la misma composición del órgano de gobierno de la cámara que en la breve legislatura anterior.
Como vicepresidentes están el senador riojano Pedro Sanz (PP) y el valenciano Joan Lerma (PSOE), que han recibido 150 y 65 votos, respectivamente, y como secretarios Luis Aznar (PP, 134 votos), María Adelaida Pedrosa (PP, 123 votos), María Eugenia Iparragirre (PNV, 70 votos) y Juan Carlos Raffo (PSOE, 62 papeletas).
Falta por ver si esta misma generosidad se mantiene a la hora de la formación de los grupos parlamentarios, ya que hoy por hoy ni PNV ni Convergència podrían aspirar a tener grupo propio sólo con sus resultados.
Una legislatura que se augura complicada y en la que el PP volverá a contar con el «refugio» del Senado, donde sigue teniendo mayoría absoluta, incluso reforzada en comparación con la lograda el 20D.
Pío García-Escudero, reelegido en el cargo con el respaldo de 151 senadores de los 263 que han acudido al pleno constitutivo, ha apelado al diálogo y a la generosidad de los partidos para asegurar la estabilidad e impulsar un programa de reformas dando solución a las «disensiones» y a la «improrrogable situación de bloqueo» después de «siete meses perdidos».
En su primera intervención en la duodécima legislatura, García-Escudero ha reafirmado su «inquebrantable compromiso» con el Senado y ha dicho que no pierde la esperanza de que «de una vez por todas» progresen hacia un acuerdo final los avances hechos sobre su reforma.
Su mayor deseo, ha confesado, es que llegue el día en el que «el clima político general no frustre cuantos intentos» se hacen «en esta casa para sacar adelante la reforma».
Pero en lo que más se ha detenido ha sido en lamentar la anterior legislatura «fallida», con siete meses perdidos que «ya no tienen vuelta atrás» y cuya «experiencia frustrante» espera que sirva de ejemplo para no volver a reproducirla «ni ahora, ni en el futuro», ha subrayado.
«No podemos permitirnos el lujo de derrochar más tiempo. Tenemos que legislar, tenemos que adoptar decisiones que ya no admiten más demora. Porque el mundo, con todos sus problemas y sus urgencias, no deja de avanzar, y no se va a detener para esperarnos hasta que solucionemos nuestras disensiones y nuestros bloqueos», ha añadido.
Como ya ocurrió en enero, tras las elecciones del 20D, en la toma de posesión de los senadores se han podido escuchar las más variadas fórmulas de acatamiento, desde el «por imperativo legal» que aún han empleado algunos parlamentarios, hasta la defensa de la «república catalana» de otros.
Algunos, como la senadora gallega de Unidos Podemos Vanessa Angustia ha prometido su cargo sin renunciar a sus «principios republicanos» y ha asegurado que pondrá «las instituciones al servicio de la clase trabajadora», para concluir con una proclama: «¡No pasarán!».
La exalcaldesa de Valencia Rita Barberá ha tenido que oír abucheos cuando ha regresado a su asiento después de jurar su cargo.
En total, hoy tenían que tomar posesión de su escaño 265 senadores de los 266 que componen la Cámara, a la espera de un parlamentario de Castilla y León que debe designar su Parlamento regional.
Sin embargo, han faltado el senador socialista por Andalucía José Caballos, porque ayer falleció una hija suya en accidente de tráfico, y el de Unidos Podemos por Navarra Iñaki Bernal, que todavía no ha podido presentar sus credenciales por problemas profesionales.