El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha denunciado este miércoles una operación coordinada del Estado y distintas fuerzas españolas con el fin de «destruir» el Partit Demòcrata Català (PDC), elemento «clave» para «inclinar la balanza» a favor de la independencia y frenar así el proceso soberanista.
Varios diputados y senadores del PDC, encabezados por sus jefes de filas en Madrid, Francesc Homs y Josep Lluís Cleries, se han reunido con la plana mayor del partido, incluidos Artur Mas, Neus Munté, Marta Pascal y David Bonvehí, para analizar las consecuencias de la pérdida del grupo propio del PDC en las Cortes.
Tras la reunión, celebrada en la sede de CDC en el distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi, Mas ha expresado su «apoyo público» a los parlamentarios de la antigua CDC en Madrid, a quienes han «intentado disminuir políticamente, silenciar y rebajar su perfil», un episodio que ha contextualizado en el marco de una operación para «eliminar» lo que representa esta formación.
Según Mas, «si Cataluña tiene una oportunidad de conseguir su propio Estado, eso pasa por lo que nosotros representamos. Somos el elemento clave, quieren eliminar lo que representa la fuerza central soberanista de este país, que decanta la balanza a favor de que el proceso soberanista salga adelante».
«Han intentado por todos los medios eliminarnos personal y políticamente como formación política. No lo han conseguido y no lo conseguirán», ha asegurado.
En esta operación coordinada para «intentar impedir el perfil propio del PDC» en Madrid, ha denunciado Mas, «están actuando igual» el PP, el PSOE, Ciudadanos, Podemos y En Comú Podem, que impidieron con su abstención o su voto en contra en la Mesa del Congreso que los convergentes pudieran tener grupo parlamentario.
La lógica que les mueve, en su opinión, consiste en que, «cuanto más débil sea» el PDC, más «se debilitará el proceso soberanista», mientras que, si son «fuertes», el proyecto independentista puede llegar a buen puerto.
Por este motivo, el expresidente de la Generalitat ha hecho un llamamiento a los catalanes a que les «ayuden y den apoyo en estos momentos difíciles y complicados», en los que «el Estado español» los «quiere destruir».
Mas se ha mostrado especialmente áspero con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que ayer se jactó de haber impedido que el PDC obtuviese grupo propio en el Congreso: «C's tiene esta fijación, y los otros lo ayudan».
Y se ha atrevido a formular una «apuesta»: C's «acabará votando a favor de los perseguidos por la justicia por corrupción», en alusión a un eventual apoyo a la investidura de Mariano Rajoy, después de haber querido «destruir a aquellos» que están «siendo perseguidos por poner las urnas», en referencia al proceso judicial contra la consulta soberanista del 9N.
EFE