La posición de Ciudadanos tampoco se mueve. Al menos públicamente. Mantiene su “abstención” a Mariano Rajoy en segunda vuelta. Una decisión con la que el bloqueo institucional se mantiene intacto. Sin embargo, el líder del PP, Mariano Rajoy, ha salido de este encuentro más esperanzado que del de Pedro Sánchez. “El 20D era evidente que la mayoría iba a votar no al PP. Ahora esto no es fácil, pero ya no es tan evidente que no pueda haber investidura”, ha advertido Rajoy, escasos minutos después de que Rivera asegurara que su partido no iba a cambiar de posición.
Rivera asegura que Rajoy no le ha pedido “explícitamente” un “sí” porque “ya sabe” cuál es la posición de su Ejecutiva Nacional: un no en primera votación y una abstención en segunda. “Entiendo que Rajoy quiera contar con el mayor número de apoyos posibles. Pero sabe que la Ejecutiva tomó una decisión ya. Ha sido una reunión de respeto mutuo. Asume que el único partido que sí hemos demostrado colaborar con los Presupuestos Generales del Estado y el techo de déficit no somos el problema”, ha explicado Rivera, que ha asegurado que está dispuesto a negociar “lo urgente” una vez el Gobierno empiece a andar.
El líder de Ciudadanos ha vuelto insistir en que su partido no iniciará mesas de negociación con el PP hasta que no se haya formado un gobierno, puesto que ellos no van a entrar en ese ejecutivo. Aunque sí ha comunicado, y así lo ha confirmado posteriormente Rajoy, que mantendrá “una línea de comunicación directa” con el líder del PP para conocer de primera mano los datos económicos con los que cuenta el Gobierno y empezar a analizar con su equipo por “dónde pueden ir los tiros” en el tema de presupuestos y nuevos ajustes. También están dispuestos a hablar sobre un Pacto de Estado por la unidad de España propuesto por Ciudadanos para luchar contra el desafío secesionistas. Y también han acordado que Rajoy informará a Rivera de la evolución de sus contactos con el PSOE.
Rivera, el mediador
De hecho, Rivera se ha ofrecido como mediador entre ambos partidos, si así se lo pidieran Sánchez y Rajoy. Sin embargo, el líder de Ciudadanos no ha aceptado sentarse en una mesa de negociación para intentar acercar posturas respecto al nuevo proyecto de Gobierno elaborado por el equipo de Rajoy puesto que insiste en que su posición en esta investidura será de facilitador, pero no de colaborador. El objetivo de Ciudadanos es que cuando arranque la legislatura, el PP se siente con Ciudadanos en una mesa a negociar medida a medida.
Ahora bien, Rajoy ya ha advertido de que esto no es suficiente. El líder del PP ha vuelto a insistir en que no basta con sacar adelante una investidura sino que el principal objetivo es formar un ejecutivo que pueda gobernar con “estabilidad”. Esto significa o bien sumar más escaños que sus 135 escaños o bien que el PSOE y Ciudadanos se comprometan por escrito en un acuerdo de mínimos. “Sin un compromiso del PSOE no habrá Gobierno y sin un compromiso de Ciudadanos no habrá estabilidad”, ha advertido Rajoy, que ha asegurado que su objetivo prioritario es evitar una tercera convocatoria electoral porque sería una “vergüenza para el país”, aunque también ha asegurado que no lo podrá hacer solo.
Si atendemos a las cartas boca arriba que hay sobre la mesa en este momento, la investidura de Rajoy es imposible. El no del PSOE y la abstención no sólo impide la formación de un gobierno estable, sino también el éxito de un debate de investidura. No obstante, algo ha tenido que percibir el líder del PP en su encuentro con Rivera, que el líder de Ciudadanos o bien no ha compartido, o bien no ha explicado tan claramente. Y que podría apuntar a un posible cambio de opinión.
Según Rajoy, “hoy” PP y Ciudadanos “han dado un primer paso”. “La más larga caminata comienza con un primer paso. Nadie ha dicho que esto iba a ser fácil y rápido”, ha insistido Rajoy. “Mi prioridad es evitar unas nuevas elecciones. La siguiente que haya un gobierno que pueda gobernar. De momento voy a negociar con Rivera lo urgente. Este es el primer paso de una larga caminata. Si rivera y yo queremos que se aprueben en tiempo y forma, antes del 1 de octubre eso significa que tenemos voluntad de hacer todo lo que este en mano para que haya investidura”, ha insistido el líder del PP.
Rivera ha coincidido con Rajoy en que quiere que la investidura se produzca lo antes posible. En este sentido, ha pedido al presidente del Gobierno en funciones que establezca una “fecha y hora” ya, puesto que él no contempla la posibilidad de que Rajoy finalmente eluda esta “obligación constitucional”. Se ha comprometido a ayudar en la negociación. Ha asegurado que hablará con Pedro Sánchez. De hecho, ha insistido en que el trabajo de Rajoy pasa ahora, pero en ningún momento ha dejado la puerta abierta a que se produzca un cambio de opinión. Tampoco ha querido hablar de escenarios hipotéticos en los que Rajoy ya no fuera el candidato del PP.
Según Rivera, el mandato del Rey recae sobre Rajoy, él es el candidato y no hay posibilidad de cambiar nada más a ese respecto. Esta es la razón porque la que Ciudadanos insiste en su abstención. Una posición que según Rivera ya denota “sentido de Estado”. “Nosotros no bloqueamos, facilitamos que el país se ponga en marcha. Somos los únicos que no votaremos no. Somos los únicos que hemos demostrado sentido de Estado y que anteponemos los intereses de España a los nuestros”. Así es como Rivera ha zanjado este debate. ¿La interpretación de Rajoy? que la puerta a un sí aún está abierta.
Elsa S. Vejo